La simpatía y la palabra amable multiplican los amigos
La sonrisa hace más joven a la persona. La persona simpática tiene un fulgor en su cara que va repitiendo sin palabras: "Estoy contento de tratar con usted, me agrada la vida". El gesto y la palabra amable multiplican los amigos.
Es bello compartir, es lindo interesarse y participar de las alegrías y dolores de los demás. Reír con el que ríe, llorar con el que llora, es realmente humano.
Saludemos con entusiasmo a los demás. No olvidemos de dar un saludo a nuestros amigos en sus cumpleaños. Valoremos y tomemos en cuenta las ideas y opiniones de otros.
La simpatía se obtiene con un rostro agradable. Franklin, inventor del pararrayo, fue un hombre feo, un día se miró al espejo y se asustó de sí mismo: "Con esta cara estoy seguro que ganaría un concurso de feos, pero me voy a hacer simpático. "Allí empezó su batalla. Adquirió una amable sonrisa, puso brillo de alegría en sus ojos. Un real optimismo inundó su cara y así llegó a tener amigos verdaderos y maravillosos.
Vamos, la verdad no importa si eres un profesional o no. Vale que seas alegre, por el éxito conseguido, no todos tienen esa suerte. Cada uno tiene un tesoro para ir repartiendo: UNA SONRISA.
Sabemos que los problemas nos aquejan a cada uno de una u otra forma, pero si sonríes a los demás, habrás puesto una cucharadita de azúcar en la taza amarga de este mundo triste. Adelante amigo, no seas amargado, sonríe.
Sabes, no sé si te lo han dicho antes, ¡TIENES UNA MUY BONITA SONRISA!
"Un amigo fiel es un refugio seguro: el que lo encuentra ha encontrado un tesoro".
"Un amigo fiel es un refugio seguro: el que lo encuentra ha encontrado un tesoro".