Armas espirituales para vencer en los momentos difíciles
"Porque nuestra lucha no es contra sangre ni carne sino contra principados, contra autoridades, contra los gobernantes de estas tinieblas, contra espíritus de maldad en los lugares celestiales”. (Efesios 6:12)
Todos sabemos que son muchas las veces en las que nos enfrentamos a situaciones donde deberíamos recordar que la lucha no es contra carne y sangre, pero la realidad nos muestra lo contrario. Podemos ver como muchos personas que luego de haber aprendido esta palabra, fácilmente la olvidan en el momento en que tienen temor o ansiedad, haciendo lo contrario a lo que Dios nos advierte y enseña.
Es que la batalla es en la mente, por eso es que la palabra de Dios es un arma poderosa para derribar las fortalezas de mentiras que el enemigo quiere levantar. A través de la palabra, Dios nos provee una armadura espiritual que nos cubrirá en los momentos difíciles que se nos presenten,
Efesios 6:10-17: La armadura de Dios para el cristiano. v.10. Por lo demás, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza. v.11 Revestíos con toda la armadura de Dios para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. 12 Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales. 13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiéndolo hecho todo, estar firmes. 14 Estad, pues, firmes, CEÑIDA VUESTRA CINTURA CON LA VERDAD, REVESTIDOS CON LA CORAZA DE LA JUSTICIA, 15 y calzados LOS PIES CON EL APRESTO DEL EVANGELIO DE LA PAZ; 16 en todo, tomando el ESCUDO DE LA FE con el que podréis apagar todos los dardos encendidos del maligno. 17 Tomad también el YELMO DE LA SALVACION, y la ESPADA DEL ESPIRITU que es la palabra de Dios.
Esta palabra es algo en lo que debemos meditar y permitir que el Señor grabe en nuestro corazón para que cuando llegue el momento en que suceda algo, como por ejemplo, que venga una enfermedad, que venga una tentación, que alguien nos humille, que nos propongan cosas que no son del agrado de Dios, esta palabra nos recuerde de que estamos revestidos de su Espíritu, y esto es lo que Dios dispuso para aquellos que son sus hijos, y con lo cual nos mantendremos firmes en su camino.
La armadura es para defendernos en un mundo armado de odio y mentira que Satanás siembra. Para que podamos recordar siempre esta palabra necesitamos hacer una elección y es la de estar cerca de Dios, buscando su presencia en todo momento no tan sólo en los momentos difíciles, sino en los momentos buenos, esto nos llevará a hablar con Él, a escuchar su voz; a leer su palabra, a buscar su consejo y su guía.