El ácido úrico: un peligro para la salud provocado por comer en exceso
Si después de disfrutar una mariscada, un jugoso trozo de carne o una exquisita copa de vino sientes molestias al orinar, es momento de poner atención al ácido úrico.
Las enfermedades provocadas por el exceso al comer y beber ya no son novedad, su aparición es parte de la epidemia global de obesidad, hipertensión y diabetes. Esto porque los malos hábitos alimentarios de la vida moderna provocan que las personas metabolicen de manera deficiente las proteínas y, por ende, que sufran un incremento de ácido úrico en la sangre.
Esta sustancia, según el Manual Merck de la salud, es un producto tóxico de desecho, el cual proviene de metabolizar el nitrógeno en el organismo y de la degradación de las proteínas -purinas-. Suele ser expulsado a través de la transpiración, heces y orina, pero cuando sus niveles aumentan de manera exagerada tiende a cristalizarse y se deposita en las articulaciones, así como en las vías urinarias.
Esto a nivel renal causa insuficiencia y excesivo dolor en la uretra. En particular sus síntomas afectan a los hombres, aunque en las mujeres el riesgo aparece durante el climaterio o después de la menopausia. Cuando se acumula en las articulaciones puede convertirse en gota o artritis gotosa, lo cual se reconoce por un dolor artrítico y ardor intermitente, y comienza en el dedo pulgar del pie, rodillas o tobillos.
Otra manifestación común de la alteración del ácido úrico son las masas denominadas “tofos gotosos”. Si has notado alguna de ellas en tu cuerpo, es probable que las percibas como protuberancias o bultos en los codos, rodillas, articulaciones de la mano y, con menor frecuencia, en los pabellones de las orejas. Por lo regular no causan malestar, pero cuando consumes alimentos ricos en proteínas y alcohol tienden a inflamarse, se enrojecen y provocan un intenso dolor, explica Mayra Cifuentes, nutrióloga.
Para saber si eres propensa a esta enfermedad verifica si tienes antecedentes hereditarios. Ante ello, es importante hacerse pruebas de sangre cada año.
El control está en los hábitos
De acuerdo con Jesús Walliser, experto en nefrología y metabolismo, la elevación aguda del ácido úrico no se cura, pero se controla o previene al tener una dieta adecuada, beber abundante agua pura, ejercitarse y consumir medicamentos específicos para favorecer su evacuación.
La elección del tratamiento farmacológico dependerá de las características de cada paciente, pues algunos poseen una predisposición genética, mientras en otros el alivio está en modificar sus hábitos. Sin embargo, siempre hay que tener en cuenta la importancia de corregir otros factores de riesgo, tales como: la obesidad, el sobrepeso, la vida sedentaria y el control de la diabetes.
Los especialistas coinciden en que una dieta baja en proteínas y con alta ingesta de fibra, disminuye el riesgo de incremento en los niveles de ácido úrico. La nutrióloga María José Basterrechea menciona que un estudio de la Universidad de Harvard, confirmó que el bajo consumo de carbohidratos también favorece la disminución de la sustancia en 17 por ciento, porque el cuerpo mejora su resistencia a la insulina y, por ende, el organismo se mantiene más saludable.
Si detectas a tiempo esta enfermedad y reorganizas tus hábitos alimenticios podrás minimizar el padecimiento de dolores y deformación en tus articulaciones, e incluso evitar lesiones en los riñones y el deterioro de tu calidad de vida.
Recomendaciones que no debes olvidar
• evita el ayuno prolongado
• mantén un peso corporal adecuado
• ejercítate a diario
• controla la presión arterial
• consulta a tu médico ante cualquier síntoma y no te automediques.
Controla:
• el estrés
• el consumo inmoderado de medicamentos diuréticos
• la obesidad, hipertensión arterial, diabetes y sobrepeso.
Debe saber:
El ácido úrico son sustancias que se forman principalmente en el hígado a partir de los núcleos celulares animales como la carne o el pescado, y que se eliminan a través de la orina.
Lo que ocurre es que si su producción es muy abundante, por ejemplo en un consumo excesivo de carne, entonces no se elimina completamente, acumulándose sobre todo en la inmediación del cartílago, y por lo tanto produciendo enfermedades tan molestas y dolorosas como es la propia gota
Cuando hablamos de ácido úrico hablamos muchas veces de artritis y gota. La artritis es curable perfectamente siempre y cuando se siga un régimen especial de alimentación complementándolo con plantas medicinales que purifiquen la sangre, eliminen ácido úrico y activen las funciones de los órganos de nuestro cuerpo.
Las personas que padecen de artritis manifiestan por lo general síntomas como jaquecas, eczemas, urticaria, reumatismos gotosos, gota, dolores de articulaciones, lumbago, dolor de cabeza, ciática, dolores nerviosos en diversos lugares del cuerpo, piedras en los riñones, erupciones en la piel, etc.
Lo más importante es la alimentación. Contra las artritis deformantes de la gota crónica ayudan los baños saladoyódicos, los fangos, las curas físicas artificiales (rayos ultravioletas, ondas cortas, baño de luz, etc.)
Ingerir Preferentemente
Es necesaria una dieta estricta, a base de zumos, fruta y un severo tratamiento de alimentos vegetales crudos, entre los cuales debe ocupar el primer lugar el ajo, la cebolla, el puerro, el apio, perejil, zanahoria, levadura de cerveza, miel y limón.
Si queremos erradicar de forma duradera la gota, es imprescindible adoptar una dieta eminentemente vegetariana.
- hortalizas, en especial: zanahoria, zapallo, calabaza, zapallito de tronco, remolacha, apio, cebolla, ajo, papa, batata, nabo, berro, pepino, achicoria; especialmente el apio crudo en forma de ensalada.
- frutas, en especial: durazno, banana, uvas, pasa de uva, caqui, damasco, higo, higo seco, naranja, pomelo, mandarina, limón, ananas, sandia, melón;
- ingerir bastante agua/líquidos - cerca de 3 litros al día -Es aconsejable el uso de aguas minerales diuréticas, alcalinizantes y sulfatosódicas. Objetivo: diluir la orina, reducir infecciones y tratar lesiones obstructivas;
Infusiones recomendadas: alcachofa, carqueja, cola de caballo, diente de leon, bardana, raíces de zarzaparrilla, raíces de saponaria, corteza de agracejo, raíces de betónica, raíces de hinojo y raíces de brusco.
Endulzar con miel, tomar una taza por la mañana en ayunas y el resto lejos de las comidas, ortiga verde, agracejo, hojas de abedul, estigma de maíz y ginkgo biloba. Beber abundantemente durante la crisis de gota.