Derrotando a Goliat con la confianza puesta en Dios - Reflexiones
Cada reto que tomamos es siempre un desafío a lo desconocido, no solo por el hecho de no tener control sobre el futuro sino también por que muchas veces las razones o circunstancias por las que lo tomamos pueden variar conforme el tiempo, llevando a lo que creíamos seguro tomar un camino diferente al que esperábamos.
En 1 Samuel 17 encontramos una historia que siempre me ha fascinado. Un muchacho menor de 20 años, sin ninguna preparación militar, que estaba ahí por “casualidad” y que ni siquiera era capaz de vestir el atuendo militar, fue capaz de enfrentar, silenciar y derrotar a lo que hoy en día podríamos llamar un gigante, un guerrero curtido durante años y guerras, el cual era capaz de atemorizar ejércitos enteros con su sola presencia.
La confianza que David tenía hacia Dios era algo fuera de lo común no solo en su tiempo sino en el nuestro, él había forjado su vida delante de Dios, en un lugar impensable para alguien que llegaría a dejar tantas historias y huellas dentro de la Biblia. Esa confianza y certeza en Dios y lo que representaba en su vida, habían desarrollado en él, un corazón completamente dependiente y humilde en Dios.
“Júzgame, oh Dios, y defiende mi causa…envía tu luz y tu verdad; estas me guiarán”. Salmo 43.1 y 3. Es ahí donde radica lo impactante de esta historia, realmente el cuadro no era esperanzador, no me imagino a muchos de los soldados del ejercito de Israel apostando a su favor, pero David siendo un muchacho, había aprendido en el campo a través de su relación con Dios que no era el mismo quien iba enfrentar a Goliat sino aquel que moraba en él, razón por lo cual sus palabras y acciones estaban llenas de seguridad. “vienes a mi con espada y lanza y jabalina; mas yo venga a ti en nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tu has provocado”
La humildad nos lleva a tener una realidad mas clara de lo que representa Dios en nuestras vidas, es una puerta que solo nosotros podemos abrir para permitir que sea El quien dirija nuestro camino. Cada prueba es una oportunidad maravillosa de poner nuestra vida en Dios y su palabra. “para que sometida a prueba vuestra fe, mucha mas preciosa que el oro” 1 Pedro 1.7., ya que cada decisión que tomemos es un testimonio al mundo de la diferencia de caminar con el verdadero Dios.
Así que siempre es buen tiempo para que como personas, familias e iglesias, pongamos nuestros corazones, pensamientos y anhelos humildemente delante de Él, para que por medio de su búsqueda encontremos la dirección para nuestras vidas y decisiones diarias, sabiendo que tales afectaran no solo nuestro presente sino también nuestro futuro, el cual puede ser de acuerdo a lo que Dios tiene preparado para nosotros… ya que definitivamente Goliat no podía ser derrotado por otro Goliat, tenia que ser derrotado por un hombre con el corazón y la confianza de un David.