La verdadera grandeza: ayudar olvidando el rencor
Una tarde, mientras el senador John Stennis regresaba a su casa, fue asaltado a mano armada. A pesar de que John entregó lo poco de valor que tenía, los asaltantes le dispararon dos veces, pegándole en el estómago y en la pierna. Los cirujanos del Centro Médico Walter Reed trabajaron más de seis horas para salvarle la vida.
Esa tarde también iba de camino a su casa el senador Mark Hatfield, que había tenido a menudo encontronazos con Stennis. Los dos estaban por completo en desacuerdo en cuanto a la política. Sin embargo, cuando Hatfield oyó en la radio lo que había sucedido, de inmediato se dirigió al hospital en su automóvil.
Ya ahí, se percató con rapidez de que el personal del commutador estaba sobrecargado con las llamadas de los otros senadores, los reporteros y los amigos de Stennis. Le dijo a un operador: Sé cómo utilizar uno de estos equipos, déjeme ayudarlo. Lo ayudó a atender los teléfonos hasta el anochecer, cuando las llamadas disminuyeron. Luego, sin fanfarronear y calladamente, se presentó mientras se iba.
Mi nombre es Hatfield... estoy encantado de haber podido ayudarle en algo que concierne a un hombre al cual respeto profundamente.
Grandeza quiere decir estar libre de pequeñez, rencor, venganzas y prejuicios. Significa cuidado internacional, ayudar con modestia.
1 Samuel 16:7 dice: "Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón".
** Cuantas veces hemos menospreciado al prójimo, más cuando no nos ha tratado bien, y cuántas veces hemos dejado de servirle como en este caso de necesidad. Debemos de tratar a nuestro prójimo como nos gustaría ser tratados, es muy difícil a veces si guardamos algún resentimiento en contra de alguien, sin embargo Dios nos da perdón todos los días, porque nosotros no podemos perdonar ?... perdonemos y sirvamos.
Padre Bendito, Muchas Gracias, por el hoy, porque tengo vida, porque me he levantado con gozo y porque sé ciertamente que tú me bendecirás, permíteme servir a alguien hoy, gracias por tu perdón, gracias por tu misericordia, gracias por tu verdad, gracias por tu gran ejemplo, quiero hoy que me ministres con tu presencia, deseo de ti, anhelo estar contigo todo el día, sentirte como mi amigo, como mi protector, como mi guiador, ayúdame hoy a servir y ser ejemplo para todos, ayúdame a entender que la verdadera grandeza esta en el servir, en el nombre de Jesús. Amen.