Los primeros auxilios básicos: ¿Qué hacer ante una emergencia?
Los primeros auxilios son todas aquellas medidas o actuaciones que realiza el auxiliador, en el mismo lugar donde ha ocurrido el accidente y con material prácticamente improvisado, hasta la llegada de personal especializado. Los primeros auxilios no son tratamientos médicos. Son acciones de emergencia para reducir los efectos de las lesiones y estabilizar el estado del accidentado. Y esto último es lo que le concede la importancia a los primeros auxilios, de esta primera actuación va a depender en gran medida el estado general y posterior evolución del herido. Así mismo, es una obligación moral.
¿Qué hacer ante una emergencia?
Los primeros auxilios requieren en gran medida del sentido común y de los conocimientos básicos de primeros auxilios de quienes los brindan.
Como primeras reglas están: el que si no sabemos qué hacer, busquemos a quien sí pueda ayudar y muy importante es, el NO poner el riesgo nuestra propia vida.
Por eso debemos:
Conservar la calma.
Revisar rápidamente el lugar, para detectar si hay algún peligro.
Evaluar la situación, esto significa ver que el herido se encuentre en un lugar seguro, de no ser así, solicitar ayuda para ponerlo en lugar seguro, tratando de moverlo lo menos posible.
Pedir ayuda inmediatamente a los teléfonos de urgencias, que siempre debemos llevar en nuestra cartera o bolsa. (Cruz Roja, bomberos, policía).
En caso de que haya varios lesionados, se debe atender primero al herido más grave, que es el que no respira, presenta hemorragia o ha perdido el conocimiento.
Desabroche la ropa del herido, camisa, corbata, cinturón, brassiere, falda, zapatos para que pueda respirar mejor y esté cómodo.
Si el lesionado está consciente, pregúntele cómo se llama, qué le sucedió, qué le duele y a quién debe avisar de sus familiares. Si no lo está, trate de averiguar quién es, por medio de sus identificaciones personales.
Háblele, cálmelo y anímelo mucho.
En caso de fractura no mueva al lesionado, sobre todo si se tiene sospecha de fractura de cráneo, columna vertebral o cuello.
NO de nada de comer o de beber al lesionado.
Decálogo prohibido
No metas las manos si no sabes
No toques las heridas con las manos, boca o cualquier otro material sin esterilizar. Usa gasa siempre que sea posible. Nunca soples sobre una herida.
No laves heridas profundas ni heridas por fracturas expuestas, únicamente cúbrelas con apósitos estériles y transporta inmediatamente al médico.
No limpies la herida hacia adentro, hazlo con movimientos hacia afuera.
No toques ni muevas los coágulos de sangre.
No intentes coser una herida, pues esto es asunto de un médico.
No coloques algodón absorbente directo sobre heridas o quemaduras.
No apliques tela adhesiva directamente sobre heridas.
No desprendas con violencia las gasas que cubren las heridas.
No apliques vendajes húmedos; tampoco demasiado flojos ni demasiados apretados.
Que hacer si tiene que proporcionar los Primeros Auxilios
Compórtese tranquilo y sereno; actuando con calma ordenaremos mucho mejor nuestras ideas y actuaremos mejor.
Manda a llamar a un médico o a una ambulancia; recuerda que debes llevar contigo los teléfonos de emergencia.
Aleje a los curiosos; además de viciar al ambiente con sus comentarios pueden inquietar más al lesionado.
Siempre deberá darle prioridad a las lesiones que pongan en peligro la vida.
hemorragias, ausencia de pulso y/o respiración, envenenamiento y conmoción o shock
Examina al lesionado; revisa si tiene pulso, si respira y cómo lo hace, si el conducto respiratorio (nariz o boca) no está obstruido por secreciones, la lengua u objetos extraños; observa si sangra, si tienen movimientos convulsivos, entre otros. Si está consciente interrógalo sobre las molestias que pueda tener.
Coloque al paciente en posición cómoda; manténgalo abrigado, no le de café, ni alcohol, ni le permita que fume.
No levante a la persona a menos que sea estrictamente necesario o si se sospecha de alguna fractura.
No le ponga alcohol en ninguna parte del cuerpo;
No darle líquidos o en todo caso darle agua caliente.
Prevenga el shock.
Controle la hemorragia si la hay.
Mantenga la respiración del herido.
Evite el pánico.
Inspire confianza.
Mucho sentido común.
No haga más de lo que sea necesario, hasta que llegue la ayuda profesional.
Situaciones en las que indefectiblemente debe llamarse al médico
Cuando la hemorragia es copiosa (ésta es una situación de emergencia).
Cuando la hemorragia es lenta pero dura más de 4 a 10 minutos.
En el caso de cuerpo extraño en la herida que no se desprende fácilmente con el lavado.
Si la herida es puntiforme y profunda.
Si la herida es ancha y larga y necesita ser suturada.
Si se han cortado tendones o nervios (particularmente heridas de la mano).
En caso de fracturas.
Si la herida es en la cara o partes fácilmente visibles donde se vería fea una cicatriz.
Si la herida es tal, que no puede limpiarse completamente.
Si la herida ha sido contaminada con polvo, tierra, etc.
Si la herida es de mordedura (animal o humana).
Al primer signo de infección (dolor, enrojecimiento, hinchazón - sensación de pulsación).
Cualquier lesión en los ojos.
Para tomar el pulso
Se colocan dos dedos en las arterias de la muñeca o del cuello. Deben sentirse aproximadamente 60/80 latidos por minuto en adultos, 100/120, y 140 en recién nacidos
Para verificar que el paciente respira
Acerque su oído a la nariz del lesionado, para oír y sentir el aliento.
Acerque el dorso de su mano a la nariz para sentir el aliento.
Si es posible, coloque su mano bajo el tórax para sentir el movimiento.
Coloque un espejo cerca de la fosa nasal, para ver si se empeña.
El número de respiraciones normales es de 15 a 20 por minuto.
Para checar los reflejos
Golpee la córnea para ver si el párpado responde con un movimiento.
Observe si la pupila se contrae al inducir un rayo de luz sobre ella.
Pellizque o pinche la parte interna del brazo o pierna, la cual debe moverse como respuesta.