Consciente de lo que es la Gracia que salva - Reflexiones
Simón era un joven canadiense que necesitaba dinero para hacer frente a su adicción a las drogas, pero ¿cómo ganarlo a los 17 años de edad? Se puso a vender la droga él mismo. Dos condenas no pusieron fin a su mal camino.
Al cumplir sus 18 años fue invitado a una reunión: allí oyó el Evangelio y comprendió que Dios lo había amado hasta dar a su propio Hijo. Ante Dios reconoció todo el mal que había cometido; la paz lo invadió y fue liberado de su antigua vida. Pero debía ser juzgado por tercera vez. Ya era mayor de edad y tenía miedo; sabía que esta vez merecía una severa pena de prisión.
Llegó el momento de comparecer ante el juez. Silenciosamente clamó a Dios. Simón no ocultó nada, y su confesión alivió su conciencia. La audiencia estaba a punto de terminar. El juez levantó su martillo. ¡Solemne momento! ¿Cuál sería el veredicto? -Lo que usted ha hecho merece siete años de prisión…(silencio)… pero teniendo en cuenta su actitud, he decidido perdonarle una vez más. Y el martillo cayó: -En ese momento comprendí lo que es la gracia de Dios, dijo Simón.
Dios no dice: «Lo que has hecho no es grave», ni tampoco: «Yo soy el buen Dios que siempre perdona». ¡No! Él dice: «Sólo mereces la condena, pero como reconoces tus faltas, te arrepientes, confías en mí y en Aquel (Jesucristo) que pagó en tu lugar, te perdono».
Cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó… por su misericordia. Tito 3:4-5.
Por gracia sois salvos. Efesios 2:8.