Cómo estudiar la Biblia para que tenga sentido
La Biblia contiene las mismas palabras y sabiduría de Dios. ¡Qué pensamiento tan increíble!
Su esplendorosa Gloria. Su carácter confiable. Sus poderosas obras. Todos estos aspectos de Dios están descritos en Su libro.
Ahí usted encontrará le historia de la redención de la humanidad por Dios. Y usted descubrirá sabiduría práctica para la vida cotidiana y esperanza para la vida por venir.
¿Pero cómo descubre usted los preciosos principios de las Escrituras? Quizás usted nunca ha estudiado la Biblia antes. ¿Dónde comienza usted?
Dentro de la Biblia
Cuando usted abre su Biblia en el índice, lo primero que nota es que la Biblia es una recopilación de muchos libros. Hay sesenta y seis libros individuales divididos en dos secciones principales: el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento.
Podemos agrupar los libros de la Biblia en categorías por tópicos. Vea usted cómo los libros están organizados.
El Antiguo Testamento
Legales (Génesis a Deuteronomio): Estos primeros cinco libros describen la creación y la caída de la humanidad, el plan de Dios para redimir al mundo a través de la descendencia de Abraham, y la expresión de Su carácter santo, el cual se ve más claramente en la Ley Mosaica.
Históricos (Josué a Ester): Los siguientes doce libros siguen el desarrollo, la desobediencia, la caída, y la liberación del pueblo de Dios, la nación de Israel.
Poéticos (Job a Cantar de los Cantares): Comenzando con los lamentos de Job, nos movemos a la alabanza de los salmistas a las palabras de sabiduría de Salomón.
Proféticos (Isaías a Malaquías): Los profetas llamaron al pueblo de Dios a una vida justa y predijeron Su sentencia sobre aquellos que voltearan sus espaldas a Él.
El Nuevo Testamento
Biográficos (Mateo a Juan): Los cuatro evangelios, cada uno escrito a un público diferente, describen la vida, la muerte, y la resurrección de nuestro Salvador.
Histórico (Hechos): El libro de los Hechos es un narrativo de cómo las buenas nuevas acerca de Jesús se diseminaron al mundo a través de la iglesia creciente.
Doctrinales (Romanos a Judas): Estas Epístolas, o cartas, son ensayos, en cierto sentido, que aplican el evangelio a la vida cotidiana.
Profético (Apocalipsis): A través de la visión santa de Juan, el libro de Apocalipsis nos transporta a los tiempos finales, cuando Cristo regresará a la tierra en gloria, sentencia, y poder.
Desarrolle un plan de lectura
El terreno de la Biblia está lleno de verdades espirituales, pero no es como ningún otro libro que usted ha estudiado. Sin un plan, usted se puede sentir como que está volteando paladas de tierra vacía. Usted tiene que saber dónde escarbar, al igual de qué está usted buscando.
Un buen lugar para comenzar a leer es en el Nuevo Testamento, quizás en el libro de Juan. Después ir a través de la historia del comienzo de la iglesia en el libro de los Hechos. Pase algún tiempo en el libro doctrinal de Romanos para tener una buena base de su fe.
Un consejo: estudie Apocalipsis después que usted tenga un entendimiento del resto de las Escrituras. Usted pudiera ver Apocalipsis como el último acto de una obra de teatro. Para apreciarlo, usted necesita comprender todo lo que vino antes.
¡Y no olvide el antiguo Testamento! Ahí están las raíces del Nuevo Testamento y las bases temáticas de la vida de Cristo.
Siga la historia de la relación de Dios con la nación judía desde sus comienzos en Génesis, hasta su cúspide es 1 y 2 Samuel, y su caída en 1 y 2 Reyes. Para un balance apropiado, intercale uno de los libros poéticos, como los Salmos, e incluya un libro profético de vez en cuando para sentir el palpitar de Dios hacia Su pueblo elegido y hacia el mundo.
Comprendiendo y aplicando la Biblia
Una vez que usted ha decidido dónde escarbar, usted necesita saber cómo escarbar. Lea a través de su pasaje varias veces en oración y hágase tres preguntas acerca de cada versículo.
¿Qué dice? Esto es observación. Asegúrese de comprender el contexto de las palabras. Trate de descubrir el quién, qué, cuándo, dónde, por qué, y cómo del pasaje. ¿Quiénes son el autor y el público? ¿Cuáles son la materia y el fondo histórico? ¿Cuándo fue escrito el libro? ¿Dónde estaba el autor cuando lo escribió? ¿Por qué lo escribió? Y ¿cómo se expresó: en la forma de una historia, una parábola, o una narración?
¿Qué significa? Esto es interpretación. Profundice acerca de los pensamientos y la enseñanza del autor. ¿Qué le quería decir a su público original? ¿Cómo hubieran ellos comprendido la enseñanza en su mundo?
¿Qué significa para mí? Esto es aplicación. Para entonces, usted debe comenzar a ver un principio surgiendo de su estudio. Un principio es una declaración de verdad que puede aplicar a todos los creyentes en todos los tiempos.
Por ejemplo, la historia de la victoria de David sobre Goliat en 1 Samuel 17:41-49 enseña este principio: Cuando nos enfrentamos a un problema abrumador, podemos confiar en que Dios actúe a través de nosotros. El punto principal nos lleva a aplicaciones específicas en la vida. ¿Cuáles son algunos problemas específicos del tamaño de gigantes en su vida? ¿Y cómo puede usted depender del poder de Dios cuando se enfrenta a ellos?
Acentuando el enfoque
Para acentuar la aplicación, trate de utilizar un método de estudio bíblico sencillo creado por el pastor y maestro Ray E. Baughman. Él sugiere utilizar el PPEMO espiritual cuando estudie las Escrituras.
Las letras del acróstico, PPEMO, representan preguntas para guiar sus pensamientos mientras lee las Escrituras. Mientras usted medita acerca de un pasaje, pregúntese, hay algunos
¿Pecados que abandonar?
¿Promesas que afirmar?
¿Ejemplos que seguir?
¿Mandamientos que obedecer?
¿Obstáculos o errores que evitar? [ 1 ]
Estas preguntas pueden abrir sus ojos a los ricos tesoros de aplicación en los versículos.
Sea consistente
Trate de hacer que el estudio bíblico sea una actividad diaria, como comer. No llenamos nuestros cuerpos con una enorme comida y después nos pasamos una o dos semanas sin comer. No es saludable. Lo que es cierto para nosotros físicamente es cierto espiritualmente. La regularidad y la consistencia son cruciales para una buena salud espiritual. He aquí algunas ideas que pueden ayudar.
Elija un tiempo cuando sea menos probable que sea interrumpido. Entonces, disciplínese a mantener ese horario.
Estudie en el mismo lugar. Esto ayudará a su mente a adaptarse más rápidamente a un modo de estudio bíblico.
Mantenga a la mano todo lo que necesite. Su Biblia, libros de estudio, libros de devociones, pluma, y papel deben estar a su alcance.
Pídale a Dios que le dé entendimiento. El Espíritu Santo es el maestro máximo, y Él lo guiará a los tesoros que usted busca. (vea Mateo 7:7, Juan 16:13, 1 Corintios 2:9-16).
Sugerencias adicionales. Los arqueólogos mantienen libretas de notas detalladas sobre sus descubrimientos. De manera similar, usted pudiera desear mantener una libreta de notas de sus descubrimientos espirituales. A medida que su libreta crece, así mismo crecerá su entendimiento y su visión. Usted se asombrará de su colección de tesoros bíblicos… gemas espirituales del corazón de Dios.
Recursos útiles para el estudio bíblico
1. Biblia de estudio Incluye el texto bíblico con gráficas y notas
2. Concordancia Contiene lista de palabras con referencias a versículos para estudio de las palabras
3. Diccionario bíblico Define conceptos bíblicos
4. Comentario Proporciona una interpretación de cada versículo por un erudito bíblico
1 Basado en el modelo SPECS por Ray E. Baughman, The Abundant Life [La vida abundante] (Chicago, Ill.: Moody Press, 1987), p. 112. Artículo cortesía de Insight for living.