Estoy desesperada y no sé qué hacer, necesito ayuda!
En primer lugar, debemos aceptar lo que pasó, esto nos ayuda a poder mirar con ojos claros. NO aceptar lo que ocurrió nos lleva a profunda tristeza y a buscar las causas de la misma, en la cual la gran mayoría de las veces nos culpamos a nosotros mismos o culpamos a Dios. Es posible que tú tengas culpa en lo ocurrido, pero aún esta situación no cambia lo ocurrido. Es necesario enfrentarlo.
¡Lo que pasó tiene arreglo!
Bueno pueda que sea muy grave o no, lo cierto es que sea o no irreversible lo ocurrido, hay un nuevo comienzo siempre, este nuevo comienzo es: “aceptando la situación”.
¡Lo que pasó Dios lo sabe!
Dios conoce cada cosa que nos sucede, la Biblia dice: “Él tiene contado cada uno de nuestros cabellos”. Por lo tanto a Dios no se le ha pasado esto como un descuido.
Para muchos cristianos es difícil aceptar que Dios permita estas situaciones de sufrimiento para con sus hijos. Si bien Dios no se vale de estas cosas, sino más bien las cosas ocurren en el mundo a todos las personas; sepamos que el mundo está en crisis y esta crisis afecta a todos, pero la diferencia en los hijos de Dios es que aún en estas crisis, Dios tiene para nosotros una salida y un medio de consuelo.
Dios ha preparado para nosotros un lugar en la eternidad y estamos camino a esta nueva vida, Jesús mismo dice en su palabra que: “en el mundo tendremos aflicciones y que debíamos confiar en él”. Jesús fue muy honesto con nosotros en sus palabras, por lo tanto debemos aceptar lo que nos pasa en este mundo y saber que debemos confiar en Él.
¿Cómo debo actuar ahora?
Bueno lo primero es confiar en Dios, no debemos enojarnos con Él por lo ocurrido, sino más bien solicitar su ayuda. Debemos orar a Dios pidiendo su consuelo y que nos de las respuestas del porqué de lo ocurrido. Esto a veces lleva su tiempo, es verdad que el dolor, no pasa automáticamente, ya que necesita un proceso de sanidad, mientras avanzamos en el proceso veremos que lentamente las heridas irán cerrando y el dolor desapareciendo.
No debemos desesperarnos, ya que la desesperación solo nos lleva a enojarnos más y la angustia crece y el dolor se hace crónico.
Debemos esperar en Dios! A ver si me entienden en esto; hay cosas que nosotros podemos hacer y hay cosas que solo puede hacer Dios...¡para Él no hay nada imposible! Si tú no puedes cambiar las cosas deja que Dios lo haga.
Naturalmente si has cometido un error, cambia de actitud y si puedes corregirlo hazlo, pero en lo que tú mismo estés limitado, es allí donde Dios debe actuar.
Salmos 121 “Mi ayuda vendrá de Dios y yo confiaré en Él. Dios sabe todo lo que me pasa y esta atento a ello Aunque me pasen cosas, estas, no me va a fatigar, porque Él esta cuidando de mí.
Desde ahora y para siempre”.
Salmos 37:5-7ª que dice: “Confía en el Señor y haz lo bueno, vive en la tierra y mantente fiel.
Ama al Señor con ternura, y él cumplirá tus deseos más profundos. Pon tu vida en las manos del Señor; confía en él, y él vendrá en tu ayuda”.
Por José Luis Malnis.