Instruye al niño en su camino...
Los creyentes deben criar a sus hijos para el Señor. Conviene recordarlo, porque siempre tenemos tendencia a desear que tengan éxito según las normas de la sociedad y esto, a veces, sólo para la satisfacción de nuestro orgullo de padres.
Nuestro profundo deseo debería ser que su potencial físico, psíquico, afectivo e intelectual sea primeramente para Jesucristo.
Una de las principales virtudes requeridas al creyente adulto es la obediencia al Señor. La práctica de esa virtud se facilita inculcándola a los niños desde muy temprana edad.
La obediencia que los padres piden a sus hijos debe aproximarse a la que el Señor pide a los padres: obediencia a su autoridad, que no es tiránica, no desordenada, ni egoísta, sino benévola y sabia. Irá acompañada de explicaciones, conforme a la edad de los niños.
Si preferimos no molestarnos, pasando por alto las desobediencias de ellos, no practicamos el amor según Dios, a pesar de las apariencias.
Bien sabemos que la mejor educación no dará la vida eterna a un hijo; pero los padres deben preparar el "fuego": disponer el papel, las ramitas y la leña seca, pidiendo en sus oraciones diarias que el Señor coloque allí la llama de la fe.
"Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor" (Efesios 6:4).
A continuación una reflexión:
Mi hijo de 2 años, comprendió que estaba en una iglesia, le llamó la atención que el predicador hablara de Jesús, por lo que preguntó a su papá, y el de manera cariñosa contestó que Jesús estaba en su corazón. Le explicó que Jesús lo amaba, que lo había creado en la pancita de su mamita, y que quería vivir en su corazón, fue ahí cuando Jonathan aceptó que Jesús viviera en su corazón, tal vez no como lo hemos aceptado nosotros, pero si de una manera tan inocente y pura.
Hoy Jonathan tiene 6 años y llama nuestra atención cuando habla con sus amiguitos y les cuenta que Jesús vive en su corazón, y aún más que el murió por él y por sus amigos, también ora y le canta, pues ha aprendido cantos dedicados a él y no solo de niños, sino que al escuchar nuestra música en el carro, ya se identifica con algunas, las pide y canta.
Para nosotros como papás, si nos hubieran explicado como hablar de Jesús a Jonathan, hubiera sido incomprensible, porque en nuestros pensamientos humanos, no hubiéramos podido llegar a la mejor forma de explicarlo, pero el vivir en un hogar donde Jesús reina y donde día a día ve que Él es parte de nuestra familia hace que crezca su deseo de conocerlo más.
Ahora es cuando puedo entender este versículo, Proverbios 22:6
“Enseña al niño el camino en que debe andar, y aún cuando sea viejo no se apartará de él.” .. aunque quiere decir que le enseñemos palabra (Biblia) también quiere decir que si vivimos en su camino, en su verdad, en su palabra, no de oídas sino de ejemplo, entonces el niño crecerá en este camino y nunca lo olvidará.
Deseas que tu(s) hijo(s) sean instruidos en su camino?. Pues lo primero es poder vivir en ese camino, y esto no implica una obligación, es algo que debe ser voluntario, pero al mismo tiempo muy natural, así que si tienes hijos pequeños, comienza por cambiar tu manera de vivir en casa.
Revisa qué están mirando y escuchando tus hijos, “todo me es lícito mas no todo me conviene” , muchas veces lo que ven y escuchan en tv o radio no los edifica, no quiere decir que los apartes, pero si que seas cuidadoso con lo que en lugar de construir esta más bien destruyendo, así que vigila y empieza a agregar información de Dios, con videos, música, libros de historias bíblicas. Verás como ellos mismos te pedirán explicaciones.
Ora con ellos, antes de dormir y antes de comer. “Dad gracias a Dios por todo” , es un tiempo muy importante de comunión con Dios y con nosotros como padres, pues abrimos un puente de comunicación de cuanto ha pasado durante el día, y además les estamos enseñando que Dios esta presente en todo cuanto hagan y cuanto tenemos. Aprenden que dependemos de Dios.
Enséñale versículos bíblicos, léele la Biblia o cuéntale historias bíblicas. Hoy en día tenemos mucho material, para poder llegar a nuestros hijos, y créanme que les encantará escuchar como David venció a Goliat, como entraron tantos animales en un arca, y como Jesús murió por nosotros. Hay tanto que contarles y es la mejor manera de que aprendan su palabra.
Por supuesto” mirad cuan bueno y cuan delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía”, llévalo a la iglesia, que comparta con otros de Jesús, que se reúnan y crezcan en familia.
Por Andrea Carrillo.