No te rindas ante las dificultades de la vida - Reflexiones
Hubo un momento en el que nada de lo que hacías resultaba, cuando de pronto apareció la respuesta.
Hubo un momento en el que dejaste de creer en el amor y de repente tu corazón, con más intensidad que nunca, lo encontró de nuevo.
Hubo un momento en el que por el desierto se esparcían tus palabras y hoy dan retoño sus semillas.
Hubo un momento en el que creíste que era lo peor que te podía pasar y hoy agradeces tu destino.
Hubo un momento en el que asegurabas que no podrías pasar esa prueba y hoy es tan sólo un paso más.
Hubo un momento en el que creíste que no podías hacer algo y hoy te sorprendes de lo bien que lo haces.
Hubo un momento en el que los monstruos y los ogros intimidaban tu vida y hoy sonríes al ver cómo tus miedos engrandecían sus sombras.
¿Estás llorando por lo que ya pasó, por lo que no pudiste lograr? Es hora de levantar la mira hacia Dios y pedirle fuerzas para continuar, porque si toda tu vida es de lamentos, entonces no tendrás tiempo para reír.
Rendirse es muy común en el ser humano; existen ocasiones cuando deseamos bajar los brazos y partir o descansar; no hacer más nada y dejarnos llevar por la corriente.
No rendirse significa luchar, no dejarse abatir por las tormentas, seguir de pie aunque estemos heridos y continuar hasta doblegar aquello que nos aflige en el momento de la tentación de rendirse. Sobreponerse a un fracaso, a una ingratitud, a una enfermedad o a cualquier adversidad, es duro, pero vale el esfuerzo hacerlo, pues con ello nos damos cuenta que dentro de nosotros existe un potencial que nos fue dado para que seamos vencedores, pero ahora en Cristo este potencial ha sido maximizado de tal manera que somos más que vencedores.
No te rindas.
Y por más que ella lo acosaba día tras día para que se acostara con ella y le hiciera compañía, José se mantuvo firme en su rechazo. Génesis 39:10
Pero Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes y ved la salvación que el SEÑOR hará hoy por vosotros; porque los egipcios a quienes habéis visto hoy, no los volveréis a ver jamás. Éxodo 14:13.