Pescadores de Hombres: ¡No esperes mas, ve y lanza tu red!!!
Cuando hablamos de red, inmediatamente lo relacionamos con los pescadores y esa labor diaria que tienen muchos hombres para llevar su sustento diario a sus hogares.
Según la RAE, una red es un “aparejo hecho con hilos, cuerdas o alambres trabados en forma de mallas, y convenientemente dispuesto para pescar, cazar, cercar, sujetar, etc...”
En este mundo donde la maldad ha alcanzado niveles inimaginables, el Señor Jesús nos ha hecho un llamado tal cual se lo hizo a los discípulos Pedro, Jacobo y Juan cuando en el libro de San Lucas capitulo 5 de 1 al 11 luego de hacerles el llamado, nos podemos dar cuenta de que los constituyó “Pescadores de hombres”.
De igual forma estimados lectores, el Señor nos hace un llamado para que formemos parte de este ejercito de pescadores para que día a día lancemos nuestras redes para pescar hombres y mujeres que no conocen a nuestro Señor y que a través de nosotros, (los que hemos sido constituidos hijos de Dios), es que van a llegar a conocer a Jesucristo.
Así como estos 3 hombres que eran expertos en su trabajo (Pescar), pasaron una noche en la cual no pudieron ver el fruto de su trabajo, no se imaginaron que a la mañana siguiente tendrían un encuentro con el Rey de reyes, y que mejor aun luego de ese encuentro tendrían la mejor pesca de todas sus vidas.
En Lucas 5: 1-11 podemos ver la historia de estos 3 pescadores, y claramente darnos cuenta de que luego de una noche de trabajo donde no pudieron pescar nada, el Señor Jesús al amanecer se los encuentra y les pide que lancen nuevamente sus redes, a lo que ellos accedieron en el nombre de Jesús, y pudieron ver la Gloria de Dios en ese momento cuando al lanzar las redes, capturaron gran cantidad de peces, tanto así que ellos 3 no podían recoger todo y llamaron a otros pescadores y así compartieron esa pesca milagrosa.
Lamentablemente mucho pueblo de Dios ha olvidado que el Señor nos ha constituido “Pescadores de Hombres”, y que como pescadores debemos utilizar a diario nuestras redes de la mejor manera posible y así como estos pescadores, en el nombre de Jesús llevar el mensaje de salvación a las almas y posteriormente ver la Gloria de Dios, manifestada en las personas que les hemos predicado en algún momento. Qué alegría se siente cuando predicamos y las almas reciben el mensaje y deciden seguir este camino rumbo a la vida eterna que Dios nos ha prometido.
Amados hermanos, así como el Señor nos exige que le obedezcamos, así también espera de nosotros que podamos darle uso a los preciosos y maravillosos dones y talentos que ha depositado en cada uno de nosotros para la edificación de su pueblo, y que los usemos como herramientas para llevar el mensaje de salvación.
No hagamos como el hombre de la parábola de los talentos al cual le fue entregado uno y por miedo a perderlo no lo puso a trabajar, y cuando su Señor regresó, simplemente no tuvo cuentas que rendir y su talento le fue quitado y dado al que tenía mas, pero la historia de este hombre no termina ahí, sino que el mismo Señor le califica de siervo inútil y lo lanza a las tinieblas de afuera, donde es el lloro y el crujir de dientes.
No esperemos amados hermanos recibir esta palabra del Señor, al contrario hagamos el trabajo que nos encomendó con gozo y alegría usando eso que el ha puesto en cada uno de nosotros, y cuando estemos frente a Él en un futuro no muy lejano, tengamos cuentas que rendirle y además sabemos que el trabajo del Señor no es en vano.
En cada amanecer, la misericordia de Dios se renueva en nuestras vidas, y se nos da la oportunidad de trabajar para el Señor, lanzar nuestras redes y esparcir el evangelio a las naciones.
No esperes mas, ve y lanza tu red… ¡En el nombre del Señor!
No esperemos amados hermanos recibir esta palabra del Señor, al contrario hagamos el trabajo que nos encomendó con gozo y alegría usando eso que el ha puesto en cada uno de nosotros, y cuando estemos frente a Él en un futuro no muy lejano, tengamos cuentas que rendirle y además sabemos que el trabajo del Señor no es en vano.
En cada amanecer, la misericordia de Dios se renueva en nuestras vidas, y se nos da la oportunidad de trabajar para el Señor, lanzar nuestras redes y esparcir el evangelio a las naciones.
No esperes mas, ve y lanza tu red… ¡En el nombre del Señor!
Autor: Kenny Quijada para Tiempo de Esperanza..