El poder de las palabras: piensa antes de hablar - Reflexión
Las palabras que dice son determinantes. Todos sabemos que las palabras tienen un poder enorme; el poder para sanar o para herir, para animar o desanimar, para decir la verdad o para engañar, para alabar o para criticar. Las palabras pueden ser la clave de nuestro éxito o la razón de nuestro fracaso.
Aprendamos a usar el poder de las palabras en su máximo potencial. Piensa antes de hablar, aún mas si estás enojado.
Si todas nuestras palabras son amables, los ecos que escucharemos también lo serán. ¡La manera en que nos comportamos con los demás demuestra cuanto creemos en Dios!
- Una palabra irresponsable: puede encender discordias.
- Una palabra cruel: puede arruinar una vida.
- Una palabra brutal: puede herir o matar.
- Una palabra amable: puede suavizar las cosas.
- Una palabra alegre: puede iluminar el día.
- Una palabra oportuna: puede aliviar la carga.
- Una palabra de amor: puede curar y dar felicidad.
Las palabras son cosas vivas! ¡Bendicen o Maldicen, Alientan o Abaten, Salvan o Condenan!
Mateo 12:36-37. "Más yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado y por tus palabras serás condenado".