¿Qué dice la Biblia acerca de los tatuajes?
Tatuajes, qué dice la Biblia sobre ellos?
Ya se ha dicho que la ley del Antiguo Testamento ordenaba a los israelitas, “No se hagan heridas en el cuerpo por causa de los muertos, ni tatuajes en la piel. Yo soy el Señor” (Levítico 19:28 NVI).
Es importante que consideremos el origen de los tatuajes. Estos no tienen origen en ningún mandamiento de Dios, sino en rituales relacionados con la adoración a dioses paganos (idolatría), símbolos de pertenencia o como marcas de propiedad.
Las primeras referencias históricas sobre los tatuajes se encuentran en las antiguas culturas orientales en donde se marcaba a los esclavos con el propósito de ser identificados unos de otros. El tatuaje se extendió a nivel religioso usándose como símbolo para indicar que la persona tatuada sentía especial reverencia y adoración hacia un dios específico. De esta forma, se indicaba una vida de entrega a ese dios y una firme esperanza de que esa deidad lo protegería.
Muchos afirman que las marcas que se hacen en el cuerpo no contienen imágenes de dioses, sin embargo debemos recordar que la idolatría no se refiere exclusivamente a la adoración a dioses paganos sino a la adoración de cualquier persona o cosa... esto es abominación delante de Jehová Dios.
¿Cuáles son tus motivaciones para usar un tatuaje? ¿Sientes paz en tu corazón al considerar la idea de hacerte un tatuaje? ¿Acaso sientes que esto contribuirá con el buen testimonio que la Biblia manda tener a los seguidores de Cristo? ¿Si es tan inocente, entonces por qué tienes que esconderlo cuando estás en la casa de Dios? Podrás pensar tal vez que es porque los demás te juzgarán mal, pero tal vez sea el Espíritu Santo de Dios que está hablando a tu corazón.
Evalúa tus motivaciones y recuerda que Romanos 12:2 nos dice que no debemos conformarnos a este siglo. El que los demás lo hagan no significa que tú debas hacerlo. Hoy día es aceptable el aborto, la homosexualidad y la fornicación, y eso no significa que estas cosas sean agradables a los ojos de Dios. Entonces, cómo saber si lo que estoy haciendo agrada a Dios? La Biblia nos dice en 1 Corintios 10:31 que "todo lo que hagamos debemos hacerlo para la gloria de Dios". Si esto es para la gloria de Dios entonces sentirás gozo en tu corazón y serás de edificación a los que no creen.
Entonces, es pecado tatuarse? Romanos 14:12-23 nos presenta razones por las cuales hacer cosas que no están definidas tácitamente como pecado se convierten en pecado cuando al hacerlas deliberadamente, afectamos la fe de otros.
12 De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí. 13 Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano. 14 Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que nada es inmundo en sí mismo; mas para el que piensa que algo es inmundo, para él lo es. 15 Pero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no andas conforme al amor. No hagas que por la comida tuya se pierda aquel por quien Cristo murió. 16 No sea, pues, vituperado vuestro bien; 17 porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. 18 Porque el que en esto sirve a Cristo, agrada a Dios, y es aprobado por los hombres. 19 Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación. 20 No destruyas la obra de Dios por causa de la comida. Todas las cosas a la verdad son limpias; pero es malo que el hombre haga tropezar a otros con lo que come. 21 Bueno es no comer carne, ni beber vino, ni nada en que tu hermano tropiece, o se ofenda, o se debilite. 22 ¿Tienes tú fe? Tenla para contigo delante de Dios. Bienaventurado el que no se condena a sí mismo en lo que aprueba. 23 Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es pecado.
¿Puedes entonces contestar sinceramente que el usar un tatuaje y exponerlo no hace tropezar a otros? Si estas pensando en hacerte un tatuaje, toma esto en consideración, si ya tienes uno presenta tu corazón delante de Dios y pídele sabiduría en cuanto a qué hacer con él.