Conociendo el verdadero amor de pareja según la Biblia
Existen varias clases de amor con los que una persona a aprendido a amar.
El amor con el que debemos amar, no debe ser un amor Egoísta, de esos que dicen: "Si me amas... demuéstramelo"; ni tampoco debe ser un amor Interesado, aquellos que dicen "mas vale mal acompañado que sólo"; es decir que buscan pareja sólo para no quedarse solos. También están los amores Sensuales, y de ellos ni ejemplos hay que dar pues sólo tienes que ir a un parque o a alguna otra 'zona oscura' para verlos enredarse como culebras. (Sin ofender a las culebras, je!). Y por último está el amor Sin propósito, aquel que algunos piensan que no es dañino, sin embargo después de algún tiempo están desesperados sin saber qué hacer porque han caído en la rutina, y en vez de crecer con su relación, se estancan llegando a lastimarse y lastimar a la persona que dicen amar.
Vemos cuál es el amor con el que NO debemos amar, pero ¿cuál es el amor con en el que sí debemos amar?
La Biblia describe al amor en 1º Corintios 13:4-7. Mucho se ha hablado de estos versos, los mismos son un cántico al amor. Este cántico describe al amor como un poder activo en el hombre, no es un afecto pasivo, como normalmente se cree. Algunas personas dicen con respecto a la pareja: "busco alguien que ME quiera", "alguien con quien PUEDA compartir", "alguien que ME lleve al cine", "que ME ame"... y continúan los 'ME'. Sin embargo nunca pensamos en lo que nosotros estaríamos dispuestos a DAR, de esto habla 1o Corintios 13. Analicemos un poquito más estos versos y veamos lo que podemos aprender de ellos.
Lo que el amor ES y HACE:
El amor...
1. Es sufrido, sabe soportar las ofensas y sabe esperar en el Señor quien enderezará lo torcido.
2. Es benigno, es bondadoso, no es desconsiderado, busca ayudar, es constructivo, bendice cuando le maldicen, ayuda cuando le hieren, demuestra ternura.
3. Se goza de la verdad, sabe disfrutar de lo que es bueno y agradable a los ojos de Dios.
4. Todo lo sufre, no es rebelde, sino fuerte; cubre más que expone los errores de los demás.
5. Todo lo cree, no es suspicaz ni cínico, busca la explicación que muestre lo mejor de otros.
6. Todo lo espera, no es desconfiado ni se desespera fácilmente, es paciente sabiendo que todo tiene su tiempo.
7. Todo lo soporta, es invencible frente a todos los problemas y dificultades, su corazón está confiado en Dios.
8. Nunca deja de ser, es para siempre no sólo de momento. Es leal, fiel y sincero.
Lo que el amor NO ES y NO HACE:
El amor...
1. No tiene envidia, no es celoso del éxito de otra persona, por el contrario se alegra con los éxitos y logros de otra persona, y le ayuda aún a lograrlos.
2. No es jactancioso, no es presumido, sabe ser humilde de corazón. No es autosuficiente, reconoce sus limitaciones y busca desarrollarse con humildad.
3. No se envanece, no es orgulloso, no trata de impresionar y ser el centro de atracción.
4. No hace nada indebido, no es grosero, ni busca de hablar términos en doble sentido, por el contrario es cortés.
5. No busca lo suyo, no es egoísta, ni busca satisfacerse primero antes que a otra persona, sino que se olvida de sí mismo.
6. No se irrita, no se enoja, sabe tener dominio propio, aprende a tratar a las personas con amabilidad, sabe tener un buen temperamento.
7. No guarda rencor, no es vengativo, sabe guardar su corazón de toda malicia, es generoso, sabe pedir perdón y perdonar.
8. No se goza de la injusticia, no disfruta aireando los pecados de otra persona, por el contrario busca hacer justicia.
El carácter del amor se basa fundamentalmente en DAR, y no en recibir. Pero... ¿qué debemos dar a otra persona? Aquí la respuesta: Dar de si mismo, de lo más precioso que tienes, de tu propia vida. Esto no significa necesariamente que debas anularte por la otra persona. Significa más bien que debes dar lo que está vivo en ti: Da tu alegría, tu interés, tu comprensión, tus conocimientos, tu tristeza, tus sentimientos. Da todas las expresiones y manifestaciones de lo que está vivo en ti.
Al dar así de tu vida enriqueces a la otra persona y te enriqueces tú mismo/a con lo que recibes de la otra persona. Dar implica hacer de la otra persona un dador y ambas disfrutar con alegría de lo que han creado: un compañerismo, una amistad, un sentimiento puro y sincero, y en el caso del matrimonio, un hijo esperado. En resumen el amor es un poder que produce amor a través del DAR.
Elementos básicos del amor.
Además del dar hay ciertos elementos básicos comunes a todas las formas del amor, Erich Fromm, en su libro: El Arte de Amar, Una investigación sobre la naturaleza del amor escribe: “el amor implica cuidado, responsabilidad, respeto y conocimiento”. Estos cuatro elementos sumamente importantes, definen al amor:
1. El amor implica cuidado: El amor es la preocupación activa por la vida y el crecimiento de lo que amamos, cuando falta tal preocupación activa no hay amor. Preocuparse por el crecimiento de la otra persona en todas las áreas de su vida es muy importante. No debemos dedicarnos a crecer sólo espiritualmente, también debemos velar por el crecimiento intelectual y social. Una relación que te aparta de los demás no es una buena relación.
2. El cuidado y la preocupación implican otro aspecto del amor, el de la responsabilidad. La responsabilidad es un acto enteramente voluntario, constituye mi respuesta a las necesidades de otro ser humano, ser responsable significa estar listo y dispuesto a ‘responder'. Responder en beneficio de la relación. Responsabilidad no es negarse todo, sino actuar pensando en las consecuencias que pueden resultar de tus actos.
3. Un tercer componente del amor es el respeto, la capacidad de ver a una persona tal cual es. Respetar significa preocuparse porque la otra persona crezca y se desarrolle tal como es, de tal manera que buscamos que la persona amada crezca y se desarrolle por si misma, en la forma que le es propia y no para servirme.
4. Respetar a una persona sin conocerla no es posible en términos del amor. Conocerla implica interesarse en la otra persona, averiguar sus cualidades, virtudes, defectos y entender por qué es como es. En la medida que más conoces a alguien más la amas. Conocer a alguien no es cuestión de unas horas o unos días, es cuestión de toda una vida. Usted debe convertirse en un estudioso del sexo opuesto, y en especial de su pareja.
Dios nos conoce muy bien y sabe lo que necesitamos, Él mejor que nadie es el ejemplo verdadero del amor. En base a este concepto del amor, es que debemos empezar una relación. AMANDO COMO DIOS NOS AMA.
Por: César y Liliana Bazalar - tiempodeesperanza.com