Historia del Día de San Valentín
El 15 de febrero, los antiguos romanos celebraban el Festival de Lupercalia, durante esta fiesta los sacerdotes del templo de Luperco, vestidos sólo con pieles de cabras corrían alrededor de una colina blandiendo látigos de piel de cabra. Las mujeres que deseaban tener hijos se quedaban de pie cerca de la ruta de los corredores para que les dieran latigazos, pues creían que así se tornarían fecundas.
Cuando la Iglesia Católica se levantó y empezó a controlar a Roma, absorbió casi todas las fiestas precristianas de Grecia y Roma, y entre éstas estaba el festival de amor primaveral del dios griego Luperco. Por esta razón el papa Gelasio I abolió las Lupercales a finales del siglo V. Y en conformidad con su práctica de cubrir los orígenes paganos de tales fiestas con una apariencia cristiana, dio a ésta el nombre de Día de San Valentín.
Se le añadieron ciertos adornos. Se amplió el juego para permitir que tanto los muchachos como las muchachas a su vez sacaran de una caja los nombres de quien seria su Valentín. Aquel cuyo nombre se escogía llegaba a ser por un año el Valentín de la que lo escogió. Durante la Edad Media, las vísperas del día de San Valentín y el día siguiente, el 14 de febrero, se celebraban con mucho del mismo jugueteo sensual que caracterizaba el festival pagano del cual surgió esta fiesta.
Existen múltiples teorías sobre el origen de San Valentín.
Según una historia, en el siglo III el emperador romano Claudio II prohibió casarse a los varones jóvenes. En su opinión, los solteros sin familia eran mejores soldados, debido a que tenían menos "ataduras" y Roma necesitaba más soldados para su Ejército.
Valentín, que era sacerdote católico en esos tiempos, consideró que el decreto era injusto, por lo que comenzó a celebrar en secreto los matrimonios de los jóvenes enamorados. Pero el emperador se enteró y lo llamó a palacio, ocasión que fue aprovechada por el sacerdote para hablarle del cristianismo. Pero Claudio II lo encarceló, ordenó que lo martirizaran y ejecutaran el 14 de febrero del año 270 d.c.
Durante las últimas semanas de su vida, algo impresionante sucedió. El carcelero, habiendo visto que Valentín era un hombre de letras, pidió permiso para traer a su hija, Julia, a recibir lecciones de Valentín. Julia, quien había sido ciega desde su nacimiento, era una joven preciosa y de mente ágil. Valentín le leyó cuentos de la historia romana, le enseñó aritmética y le habló de Dios. Ella vio el mundo a través de los ojos de Valentín, confió en su sabiduría y encontró apoyo en su tranquila fortaleza.
Según la leyenda, San Valentín dejó una carta de despedida a la hija del carcelero de quien se había enamorado durante su encarcelamiento, y esta carta sería la primera carta de amor de San Valentín. Dejó al final de la misma su firma "De tu Valentín", iniciando así la tradición de enviar mensajes de amor.
Fue ejecutado el día siguiente, el 14 de febrero del año 270, cerca de una puerta que más tarde fuera nombrada Puerta de Valentín para honrar su memoria. Fue enterrado en la que es hoy la Iglesia de Práxedes en Roma.
Se cuenta que Julia plantó un Almendro de flores rosadas junto a su tumba. Hoy, el árbol de almendras es un símbolo de amor y amistad duraderos.
El Día de San Valentín se celebra en una gran parte del mundo. Su conmemoración se inició en los países de habla inglesa durante el siglo XVIII y sólo hace algunos años dicha celebración se extendió a los países latinos. La Iglesia Católica oficialmente incorporó a San Valentín en su santoral en 1969, considerado como patrón de los enamorados. De este modo, lo que en la actualidad es considerado como una celebración propia del amor, en la cual millones de personas alrededor del mundo intercambian obsequios y salutaciones que ponen de manifiesto el amor, la amistad y el cariño que se profesa a los seres queridos, tiene por origen un ritual pagano ligado directamente con la fecundidad.
Es tan dudosa la historia en torno a San Valentín que algunos han llegado a afirmar que las leyendas acerca de ellos fueron inventadas y que en realidad el santo nunca existió. No obstante, hoy día se celebra la fiesta de forma casi global y aun las iglesias Cristianas de distintas denominaciones separan el día para celebrar “el amor y la amistad”.