La mayor necesidad de un esposo: El respeto
El apóstol Pablo definió la clave del matrimonio en una sola frase: “En todo caso, cada uno de ustedes ame también a su esposa como a sí mismo, y que la esposa respete a su esposo” Efesios 5:33
La clave para tener un esposo feliz: el respeto
Según el diccionario el respeto es: “Considerar, reconocer, aceptar, apreciar y valorar las cualidades de una persona, que se acompaña de obediencia y una especie de admiración profunda hacia ella”.
El respeto es una de las mayores necesidades del varón y toda esposa debe satisfacerla si quiere tener a su lado un esposo feliz. El respeto comienza cuando una esposa honra el liderazgo y la autoridad de su esposo, no porque él sea superior, si no porque es la persona a quien Dios vistió de autoridad para el hogar. En otras palabras, el respeto no está dirigido al hombre sino a la autoridad que hay en él. Cuando una esposa entiende esto, respetará y se sujetará a su esposo de buen agrado, porque su mirada está puesta en Dios y no en su esposo.
Practicar el respeto
Puede que poner en práctica el respeto varíe de una persona a otra, pero he aquí algunos ejemplos. Léalos y añada otros de acuerdo con la personalidad de su esposo:
- Apoye, levante y fomente la autoridad y el liderazgo de su esposo con palabras y acciones.
- Respalde su autoridad delante de sus hijos, respetando sus decisiones. Sea una aliada de su esposo.
- Valore y resalte sus capacidades, talentos y dones. Aliéntelo constantemente para que las pueda desarrollar.
- Acepte sus decisiones y sugerencias, siempre y cuando estén de acuerdo a la palabra de Dios. Pero deje claro su punto de vista.
- Acéptelo como es, aprecie lo bueno y ore por su debilidad. No lo critique ni quiera controlar todo lo que hace.
- Muestre Interés por sus proyectos y ayúdelo a realizarlos.
- Acompáñelo para que haga lo que le gusta.
- Trátelo con la mayor cortesía y delicadeza.
- Escuche con atención sus inquietudes y aconséjelo de acuerdo con la palabra de Dios.
- Compréndalo en momentos de debilidad, angustia o tristeza.
- Atienda sus necesidades sexuales, emocionales y físicas.
- Perdónelo.
- Admírelo, para que él sienta que es su héroe.
Aunque es una corta lista, muchas veces no es fácil hacer todas estas cosas porque no existe el esposo perfecto, es por eso que debe tomar la decisión de obedecer a Dios y hacerlo aunque su esposo no lo merezca; se requerirá una buena dosis de oración para adquirir sabiduría y voluntad. La Biblia habla de que si una esposa adopta una “conducta integra y respetuosa” atraerá a su esposo hacia Dios.
“Así mismo, esposas, sométanse a sus esposos, de modo que si algunos de ellos no creen en la Palabra, puedan ser ganados más por el comportamiento de ustedes que por sus palabras, al observar su conducta íntegra y respetuosa”. 1 Pedro 3:1-2.
Son muchas las ventajas que se logran, cuando en un hogar hay un esposo respetado, la más importante es que se establece el orden de Dios y esto traerá bendición a la familia. Si la esposa practica el respeto, sus hijos también lo harán. El estará complacido y podrá ser un mejor esposo, padre y hombre, habrá un ambiente de buena convivencia, protección, seguridad y confianza.
Reflexión:
El respeto incondicional debe ser una decisión de toda esposa. Para lograrlo hay que buscar y recibir el amor de Dios Padre, porque en Él encontrará la dirección y la fuerza para hacerlo con docilidad y lealtad.
En un hogar reina el orden y la armonía cuando lo lidera un esposo respetado, por lo tanto amado y feliz. De Fortaleciendo Matrimonio.