Buscando amateurs: Dispuestos a servir a Dios
En la manera de pensar de hoy, recibir un pago por hacer algo nos lleva a una categoría «más elevada» -la de un profesional. El razonamiento es que, si alguien está dispuesto a pagar por nuestro servicio, debemos ser realmente buenos. Por lo tanto, se considera que un amateur tiene menos habilidad o talento.
Sin embargo, al leer la Biblia, veo una jerarquía diferente de valores. Durante el tiempo de Jesús, los profesionales religiosos estaban usando su posición para ganar poder y prestigio para ellos mismos, no para servir al pueblo. Jesús no eligió a los que eran sabios, poderosos, o nobles según los estándares humanos (1 Corintios 1:26). Buscó a los que estaban dispuestos a seguirle y a ser entrenados para el servicio en amor.
En el mundo de hoy, el escenario es muy parecido. Dios sigue buscando «amateurs», que sirvan al Señor por puro amor a ello. Que nuestro amor por Jesús nos obligue a proclamar, tal y como los discípulos y los apóstoles lo hicieron antes que nosotros, el amor de Dios por el mundo siguiendo el ejemplo de amar y servir a los demás.
Una prueba de nuestro amor por Dios es nuestro amor por nuestro prójimo.
Porque el amor de Cristo nos constriñe” 2 Corintios 5:14