Paz en la Tormenta - Reflexión de Ánimo
Las situaciones difíciles de la vida son tormentas que te golpean fuerte y te causan temor, dolor, tristeza e incertidumbre. Pareciera que no hay ninguna solución; pero es en estas circunstancias que puedes tomarte de la mano de Dios y afrontarlos para salir victorioso.
Esta fuerte "tempestad" llega cuando uno menos lo espera, alterando tu tranquilidad y quitándote la paz de tu corazón. Pero en medio de estos "vientos fuertes" puedes hallar la fortaleza en Dios, que te permitirá afrontar los problemas con la esperanza que al final todo se resolverá.
No importa cuánto te ha golpeado la situación que estás pasando. Aunque la fuerte tormenta pareciera que arrasa con todo al tu alrededor, recuerda que Dios es el mejor refugio para encontrar cobijo y protección.
En el libro de Mateo 8:23-27, nos dice cómo Jesús calmó una tempestad en medio del temor y la desesperación de sus discípulos. Ellos acudieron al Señor cuando parecía que la barca se hundía y que era el final.
Las tormentas que azotan la vida, te hunden en la desesperación, pero aún así, muchas veces tratamos de enfrentar la tempestad nosotros mismos, confiando en nuestras propias fuerzas, creyendo que lo podemos dar solución y no acudimos a Dios.
Cuando sientas los vientos del miedo, del desánimo; cuando la barca de tu vida es agitada por las fuetes olas de los problemas, acude a Dios. Hagamos como los discípulos, que imploraron la ayuda de quien podía salvarlos. Y así lo hizo. Jesús calmó la tempestad y les dio paz y seguridad.
No tengas temor, pon toda tu confianza en el Señor y no te preocupes. Tu fe en Jesús te ayudará enfrentar las dificultades y a tener la paz en medio de la tormenta. Mientras Él esté en la barca de tu vida, nunca te hundirás, porque contigo está el Señor de señores y Rey de reyes.
"La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo". Juan 14:27.