Dar gracias a Dios por cada día, con un corazón lleno de gratitud
Tenemos mucho que agradecer en esta vida. Todos y cada día. Pero la realidad es que a veces las exigencias constantes de la vida, las luchas y las preocupaciones dan más lugar a la derrota que a un corazón agradecido. O nos olvidamos, en medio del ajetreo y las presiones, simplemente de hacer una pausa y dar gracias por todo lo que Dios ha hecho y continúa haciendo en nuestras vidas.
A veces es realmente un sacrificio ofrecer alabanza y agradecimiento. Todos los días tenemos la opción de darle gracias. Y con un corazón de acción de gracias, nos damos cuenta de que no importa lo que enfrentemos, Dios no solo trabaja para cambiar nuestras situaciones y ayudarnos a superar nuestros problemas. Él hace más. Él cambia nuestros corazones. Su poder, a través de corazones de gratitud y mentes enfocadas en Él, libera el control que nuestras luchas tienen sobre nosotros. Somos fortalecidos por Su paz, reabastecidos por Su alegría.
Motivos para agradecer a Dios. Reflexiona:
Da gracias, por la vida misma. Aunque la tuya no sea la más perfecta, Dios te la dio y el tenerla es ya un milagro. Aprende a valorarla para hacerla llevadera. No hagas de ella algo vano y vacío.
Da gracias por el aire que respiras. Es tan natural y vital y ni cuenta te das de que sin él con seguridad no vivirías. Por cada respiro que des recuerda y ten presente que Dios lo creó pensando en ti.
Da gracias por la luz del sol. Es la que te permite ver el día en esplendor. la que da vida a la hermosura de la creación, y da calor a los seres vivos de la tierra.
Da gracias por la noche. Dios la hizo para darnos descanso. Para que la tierra repose del afán del día, y es cuando realmente puedes relajarte y meditar. Para poder reponer fuerzas para seguir adelante.
Da gracias por el agua que cae del cielo. Dios la envía para hacer de nuestro suelo uno fértil y productivo, y es la misma agua que al estar sedientos calma nuestra sed.
Da gracias por las pruebas que llegan a ti. No te lamentes cuando éstas llegan, mas bien tómalas de un modo positivo. Las pruebas purifican tu espíritu y te hacen más fuerte para enfrentarte a la vida.
Da gracias por todo lo que eres. No te quejes de que no siempre es como quieres, Dios permite todo lo que llega a tu vida, pero lo permite porque tiene su razón de ser. Nada pasa sólo porque sí, al final verás y entenderás la razón.
Da gracias a Dios por todo. Por las cosas grandes y aún por pequeñeces. Da siempre gracias... Sentirás alivio y paz si las das de corazón.