Los niños aprenden lo que viven y lo que ven
Los ejemplos de los padres son un modelo para los hijos.
Los niños son hábiles practicantes de la imitación. Aprenden qué hacer en gran medida observando a los demás. Ellos perciben lo que está haciendo otra persona y tienen un fuerte impulso para imitar esa acción.
Una vez que han imitado una acción, los niños han sentado las bases para repetir esa acción. Una vez que han repetido la acción, han comenzado a formar un hábito.
Tengamos cuidado con nuestras acciones delante de los hijos, ellos están abiertos a asimilar lo que ven.
Si un niño vive criticado,
aprende a condenar.
Si un niño vive en un ambiente hostil,
aprende a pelear.
Si un niño vive ridiculizado,
aprende a ser tímido.
Si un niño vive avergonzado,
aprende a sentirse culpable.
Si un niño vive con tolerancia,
aprende a ser paciente.
Si un niño vive con aliento,
aprende a tener confianza.
Si un niño vive estimulado,
aprende a apreciar.
Si un niño vive con honradez,
aprende a ser justo.
Si un niño vive con seguridad,
aprende a tener Fe.
Si un niño vive con aprobación,
aprende a valorarse.
Si un niño vive con aceptación y amistad,
aprende a encontrar el Amor en el mundo.
Si fuésemos capaces de tener presente los diez puntos, lograríamos unos hijos maravillosos.
Cuidemos nuestra actitud, sobre todo delante de ellos, pues absorben todo lo que ven.