Los tres pasos a la firmeza espiritual
"Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Pondré mi ley en su mente y la escribiré en su corazón; yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo". Jeremías 31:33.
¿Cómo finalmente puedo llegar a una verdadera firmeza en mi vida espiritual?
¿Cómo puedo alcanzar a ser el cristiano que yo siempre he deseado?
Parece ser que todos los cristianos luchamos permanentemente por una vida cristiana y satisfactoria que agrade a Dios y en la cual nosotros nos sintamos cómodos, pero esto sin duda es una gran lucha.
Dios ha provisto sobre esto para nosotros, la palabra dice que Dios ha hecho un pacto con nosotros y quiere poner en nuestro corazón su palabra para que de esta forma podamos nosotros alcanzar a ser los hijos de Dios que deseamos.
¿Cómo es esto posible y cómo podemos nosotros hacer realidad esto?
Hay tres pasos que quiero proponer a Uds. en este sentido:
1. Lo dice la palabra de Dios
"Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redarguir, para corregir, para instruir en justicia". 2 Timoteo 3:16.
Debemos entender y reconocer que la palabra de Dios es autoridad para nosotros. Así como en nuestro trabajo habitual, decimos "lo ha dicho el jefe" y es así, ya que reconocemos su autoridad, nosotros mismos debemos en primer lugar reconocer la palabra de Dios para nuestras vidas.
La palabra de Dios es verdad, es poderosa, es útil, es buena, lo sabemos y debemos darle la oportunidad a que la palabra de Dios actúe en nosotros, en primer lugar creyéndola y segundo dejando que tenga un efecto en nosotros.
Esta claro que no lo decimos como una palabra mágica que aplicamos, sino que va mucho más allá en este sentido. La palabra de Dios es para sus hijos fuente de toda sabiduría, nada supera a esta, ninguna otra cosa puede igualarse a ella ya que ella misma es inspirada de Dios y nos llegó a nosotros.
Cuando declaro, lo dice la palabra de Dios, estoy dando lugar primero en mi mente y vida para que ella tenga efecto en mi y segundo estoy declarando frente al mundo espiritual esto y dando a la palabra de Dios el lugar en mis destinos y propósitos de vida.
Recordamos lo que dice Jesús frente a la tentación y lo declara a Satanás: Él respondió y dijo: Escrito está: «No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios». Mateo 4:4.
Por lo tanto el primer paso en mi camino a la firmeza es esta declaración y ella debo hacerla siempre antes de decaer, antes de declinar en mi vida espiritual y digo:
«Lo dice la palabra de Dios» comienza ahora mismo con un ejercicio, piensa en la situación de tu vida que te impide ser firme y imagina ahora mismo que antes de que esto te impida le dices: NO, YO NO HAGO ESTO… ¿Por qué? «Lo dice la palabra de Dios» seguro que desde el momento en que declaras esto ya te sientes más fuerte para enfrentas, pero no es todo sigamos.
2. Lo creo en mi corazón
Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible. Marcos 9:23.
¿Tan solo es creer y ocurren las cosas? Amigos aquí hay tanto para decir: en la dimensión de la palabra y el obrar de Dios, que es sin duda un ilimitado poder que se desata en nuestras vidas cuando aplicamos esto. Naturalmente que debemos separar aquí que no todo ocurrirá como queremos sino como Dios en su voluntad lo permite y lo ha planeado.
Jesús habló en muchas oportunidades y dijo también: Entonces él les dijo: ¡Insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! Lucas 24:25.
¡Esto es más que claro! la insensatez ocurre cuando no escuchamos a la palabra de Dios y no la creemos, ya que ella misma es para que nosotros podamos ser sabios.
«Lo creo en mi corazón» es también bajarlo desde la cabeza al mismo centro de nuestro corazón, si amigo bajarlo desde allí donde lo entendemos y lo sabemos a dónde esto debe transformarse en una realidad.
Debemos verlo realizarse en nuestras vidas y quiero decir en esto que Dios siempre quiere que su voluntad sea hecha.
Continuamos con nuestro ejercicio pero ahora agregamos el segundo paso:
«Lo dice la palabra de Dios» NO, YO NO HAGO ESTO… ¿Por qué? «Lo dice la palabra de Dios» y «yo lo creo en mi corazón» estoy seguro que ese cristiano firme comienza a formarse una realidad en tu interior. Pero no es todo sigamos.
3. Esto lo afirma mi mente
En nuestras mentes se llenan de ¿Por qué? Desde que somos niños, Uds. han visto que los niños siempre preguntan y preguntan y preguntan. ¿Qué hacen ellos en esto? Están preguntando para luego afirmarlo con su boca y luego llevándolo a su mente afirmándolo tantas veces como es posible. Si a mi a veces me desespera que mis hijos pregunten tantas veces, pero que ellos quieren estar seguros de que es así y eso solo lo logran grabándolo en sus mentes. Dice la palabra: Renovaos en el espíritu de vuestra mente. Efesios 4:23
Esta palabra es increíble léala dice renovaos o sea dice: estén dispuestos a cambiar y reafirmar. Le digo a mi mente que es incrédula: «Dios es real» y cuando afirmo esto en ella ella lentamente reaccionará a esta realidad y comenzará pensar en este orden de prioridades.
Todas las cosas son puras para los puros, pero para los corrompidos e incrédulos nada es puro, pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas. Tito 1:15.
Parece increíble pero la mente tiene la capacidad de corromperse y dañarse para que de esta manera no podamos ver claramente todo. Hay que pensar lo bueno y lo bueno solo viene de Dios. La oferta del mundo nos dice cada día que esto u lo otro es bueno y lo creemos, vean las propagandas en la tele y como la gente compra lo que es bueno aparentemente.
Jesús le dijo: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente» Mateo 22:37.
¿Por qué insistía Jesús en este como el primer mandamiento y el más importante?
No solo es el sentir y el asiento de nuestros sentimientos (Alma) donde damos toda la importancia a Dios, es allí en la mente misma donde estas cosas se afirman y dan respuesta a todas las situaciones de la vida que debemos afrontar.
Finalmente vamos a hacer el ejercicio completo.
Continuamos con nuestro ejercicio pero ahora agregamos el tercer y último paso: NO, YO NO HAGO ESTO… ¿Por qué? «Lo dice la palabra de Dios» y «yo lo creo en mi corazón» y esto lo afirmo en mi mente. Si claro que ya tienen forma, la tiene y es completa.
Si piensas ahora en esa el cristiano firme que quieres ser ¿que ocurre?
Yo se que Dios lo hará, yo se que actuaré y llegaré a ser ese cristiano que Dios quiere de mi, que alegría estoy muy pero muy curioso de ver lo que Dios hace en mi. Por Lic. José Luis Malnis.