Biografía de William Wilberforce: Líder cristiano que luchó contra la esclavitud
William Wilberforce nació el 24 de agosto de 1759 en Hull, condado de Yorkshire en Inglaterra. Hijo de un rico mercader, huérfano a los 17 años, se trasladó con sus tíos a Londres. Por su tía Hannah conoció el metodismo, denominación protestante fundada por John Wesley en el seno de la Iglesia anglicana.
El metodismo sacaba la predicación a las calles, fuera de los templos, y pedía con ardor una reforma de las costumbres frente a un anglicanismo cada vez más “culto de Estado”. Muerto Wesley, el metodismo se separó de la Iglesia Anglicana.
En 1776, el joven Wilberforce, estudiando en el St John´s College de Cambridge, entabló una profunda amistad con William Pitt, que habría de ser Primer Ministro de Gran Bretaña durante 20 años. Pitt nunca fue un hombre especialmente moral: Wilberforce sería su conciencia en muchas ocasiones, como reconoció el propio Pitt.
Parlamentario a los 21 años.
Poco interesado en los negocios familiares, Wilberforce decidió dedicarse a la política desde muy joven. Con tan solo 21 años, en septiembre de 1780, fue elegido miembro del parlamento por Hull como independiente entre los Tories. Tres años después su amigo Pitt se convirtió en Primer Ministro.
Wilberforce veía en la política un instrumento para reformar la sociedad a partir de los valores éticos y morales del evangelio. Wilberforce no era tanto un político que en su vida privada era cristiano, como un cristiano que quiso valerse de la acción política para servir a la sociedad. Así podía escribir: “Dios Todopoderoso ha puesto delante de mí dos grandes objetivos: la supresión del tráfico de esclavos y la reforma de las costumbres”.
Nunca escondió su condición de hombre de fe. Al contrario, hizo de la fe su fuente de acción política.
Conversión
Mientras estudiaba en el St. John’s College de Cambridge, conoció a William Pitt con quien entablo una amistad duradera.
Fue en su paso por los claustros universitarios cuando tuvo la oportunidad de escuchar a un pastor, otrora traficante de esclavos. Su nombre, John Newton, el autor del célebre himno “Sublime Gracias”.
Wilberforce entrego su vida a Jesucristo. Su hasta entonces vida libertina, se transformó en piadosa y comprometida con Dios. De alguna manera, comprendió que debía ser útil a la sociedad.
Contra el esclavismo
Su campaña abolicionista no fue tarea fácil. La esclavitud no acababa de ser vista por la sociedad británica como algo intrínsicamente malo. Tampoco ayudaba nada la posibilidad de un conflicto armado con la Francia revolucionaria. Los británicos estaban más preocupados por la suerte de su patria tras lo ocurrido en el país vecino, que en la suerte de los esclavos.
Pese a todo, Wilberforce y sus compañeros abolicionistas –Charles Fox en la Cámara de los Comunes y Lord Genville en la Cámara de los Lores- no cesaron en el empeño, ni se echaron atrás ante las constantes derrotas en votaciones parlamentarias.
La muerte de Fox en septiembre de 1806 parecía ser un golpe definitivo para el grupo de abolicionistas, pero lo cierto es que Wilberforce dedicó los últimos meses de ese año a escribir su ensayo A Letter on the Abolition of the Slave Trade (Carta sobre la Abolición del Tráfico de Esclavos). Publicado el 31 de enero del 1807, fue determinante en la victoria de la causa en favor de la dignidad humana.
Lord Grenville consiguió que la Cámara de los Lores aprobara por un margen insospechadamente favorable un proyecto de ley abolicionista. La Cámara de los Comunes confirmó dicho proyecto de ley. Veinte años de lucha se vieron coronados por el éxito.
En 1825, con su salud deteriorada, debió dejar su banca en el Parlamento. El 26 de julio de 1833, la Cámara de los Comunes aprobó la abolición total de la esclavitud en todo el imperio. Fue una jornada gloriosa para Wilberforce quien, tan solo tres días mas tarde, entregaría su alma al Señor.
Al mes del fallecimiento de Wilberforce, la Corona ratificó la ley por la que desaparecería para siempre la esclavitud en todo el Reino Unido.