Versículos bíblicos sobre el trabajo

¿Qué dice la Biblia acerca del trabajo? Aquí una selección de versículos que muestran que Dios creó al hombre para que sea útil y trabaje. 

Juan 6:27. Trabajad, no por la comida que perece, sino por el alimento que permanece para vida eterna, que el Hijo del Hombre os dará a ti. Porque en él, Dios el Padre ha puesto su sello.

 

1 Tesalonicenses 4:11. Y que procuréis tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros negocios, y trabajar con vuestras manos de la manera que os hemos mandado.

1 Corintios 3:8. El que planta y el que riega son uno, y cada uno recibirá su salario de acuerdo a su trabajo.

Efesios 4:28. Deje que el ladrón no robe más, sino más bien que trabaje, haciendo con sus propias manos, para que tenga qué compartir con cualquier persona en necesidad.

Salmos 128:2. Cuando comieres el trabajo de tus manos, Bienaventurado serás, y te irá bien.

Eclesiastés 3:22. Así, pues, he visto que no hay cosa mejor para el hombre que alegrarse en su trabajo, porque esta es su parte; porque ¿quién lo llevará para que vea lo que ha de ser después de él?

Hebreos 6:10. Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún.

Salmos 127:1. A Cantar de los ascensos. De Salomón. Si el Señor no construye la casa, los que la construyen en vano trabajan. A menos que el Señor no cuida la ciudad, el centinela se desvela en vano.

Éxodo 20 : 9. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra.

Santiago 5:4. He aquí, el jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por engaño, están pidiendo a gritos en su contra, y los gritos de los segadores han llegado a los oídos del Señor de los ejércitos.

Mateo 10:10. ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias ni bastón una, porque el obrero merece su sustento.

Génesis 3:19. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado, pues polvo eres, y al polvo regresarás“.

Proverbios 13:4. El alma del perezoso desea, y nada alcanza; Mas el alma de los diligentes (del que trabaja) será prosperada.

Salmo 1:1-6. Bendito el varón que no anduvo en consejo de malos, , ni estuvo en camino de pecadores, ni se sienta en la silla de los escarnecedores, mas se complace en la ley del Señor, y en su ley medita de día y de noche. Es como un árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae. En todo lo que hace, prospera. Los malos no lo son, sino que son como paja que se lleva el viento. Por lo tanto, los malvados no se interpondrá en el juicio, ni los pecadores en la congregación de los justos...

1 Tesalonicenses 1:3. "Tenemos presente ante nuestro Dios y Padre la obra de vuestra fe, del trabajo de amor y tenacidad de vuestra esperanza en nuestro Señor Jesucristo.