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Símbolos del Espíritu Santo y su Significado

El Espíritu Santo en forma de paloma bajando del cielo

Las Escrituras a menudo usan símbolos materiales para representar y explicar mejor las verdades espirituales. De hecho, la Biblia usa varios símbolos para describir la naturaleza, la persona y la obra de Dios el Espíritu Santo. Es importante que sepamos cuáles son, porque podemos aprender mucho de un análisis de ellos. 

Incluyen lo siguiente.

EL FUEGO - Éxodo 13:21

Mateo: 3:11. "Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego".

El fuego calienta, ilumina, purifica, prueba, produce energía, y genera poder. El fuego consume el combustible, y refina o purifica aquello que no puede ser consumido. Espiritualmente, presenta la presencia de Dios en Su capacidad como Juez. En el creyente, el Espíritu Santo, como el poder de Dios, purifica el alma, consume la escoria, e imparte pasión ardiente y gran celo. El Espíritu como fuego ministra calor al corazón y luz a la mente.

¿Qué significa que el Espíritu Santo sea fuego? El fuego purifica. Los metales nobles (y el creyente es precisamente eso) son purificados cuando son puestos en el crisol al fuego, y quedan así limpios de la escoria. El Espíritu Santo nos hace pasar por pruebas, tribulaciones y situaciones altamente difíciles para ser purificados de motivaciones impuras y de mezclas extrañas.

¿Qué más significa? El fuego también es el denuedo del creyente lleno del Espíritu. El fervor y arrojo de los apóstoles luego de Pentecostés es el ejemplo. Pese a las tribulaciones y amenazas, ellos predican la Palabra, la cual era confirmada con señales y prodigios de parte de Dios.

En este sentido es como debe entenderse la exhortación de Pablo a Timoteo: "Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos." (2ª Tim. 1:6). Timoteo había recibido el Espíritu por la imposición de las manos de Pablo, pero él debía avivarlo.

El fuego de Dios puede ser avivado como también puede ser apagado. En la 1ª epístola de Pablo a los Tesalonicenses dice: "No apaguéis al Espíritu". (5:19). Esta expresión nos sugiere claramente la idea de fuego.

Tanto la exhortación en positivo a Timoteo como ésta en negativo a los tesalonicenses indica claramente que este asunto de apagar o avivar el fuego del Espíritu depende exclusivamente del creyente y no de Dios.

¿Cómo se puede apagar y cómo se aviva? El creyente debe saber que todo lo que está asociado al mundo, como también todo pecado, apaga el Espíritu. La incredulidad es un gran pecado, responsable de otros muchos, por tanto, es causal de apagar al Espíritu. Por otro lado, todo aquello que pone al creyente en contacto íntimo con Dios, sea la oración, la lectura o el oír la Palabra de Dios, la comunión con otros creyentes, enciende el fuego del Espíritu. ¡Que nos libre el Señor de proceder en contra del Espíritu y tenerlo apagado dentro de nosotros!

El profeta Jeremías reconocía tener "como un fuego ardiente metido en mis huesos; traté de sufrirlo, y no pude." (Jer. 20:9). Este fuego del profeta le libró de la apostasía. Él trató de zafarse de la encomienda que Dios le había dado, pero teniendo a Dios mismo - el Espíritu de Dios - metido en sus huesos fue librado de ello. ¡Oh, que muchos Jeremías se levanten hoy en medio de la apostasía que vivimos para que nadie renuncie a su llamamiento, ni reniegue de su fe, sino, antes bien, sean valerosos portavoces del testimonio de Dios!

2. VIENTO - Juan 20:22

Juan: 3:8.. El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.

El viento simboliza la obra redentora del Espíritu como misteriosa, invisible, poderosa, penetrante, que da vida. Es invisible en su operación e inesperado en sus consecuencias. De los originales hebreos y griego, la palabra Espíritu puede ser traducida: espíritu, o viento, o aliento. El Espíritu Santo es el aliento, exhalado de Dios. El Espíritu Santo es la atmósfera en la cual el creyente vive.

Sin la constante renovación y vivificación del Espíritu que imparte vida, el creyente no podría sobrevivir.

3. AGUA. Ríos de agua viva – Juan 7:38

Juan: 4:14. Mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.

El poder del Espíritu Santo hace en el terreno de lo espiritual lo que el agua hace en el orden material. El agua purifica, refresca, apaga la sed y convierte el campo estéril en tierra fructífera. Purifica lo que está manchado y restaura la limpieza; es un símbolo muy apropiado de la gracia divina que no solamente limpia el alma sino que le añade belleza. El agua es un elemento indispensable de la vida física: el Espíritu Santo es como un elemento indispensable de la vida espiritual.

"Agua viva" es el agua en contraste con las aguas estancadas de cisternas o pantanos; es un agua que salta a borbotones y fluye siempre en comunicación con la o el material del cual procede.

El creyente tendrá agua viva solamente mientras esté en contacto con su divina fuente, que es Cristo Jesús mismo. El Espíritu limpia de los hábitos pecaminosos, y sirve como fuente que produce ríos de santidad, y se transforma en un río de vida que satisface las demandas del alma, refrescándola y renovándola, para que Su presencia sea bendición al que recibe, y a otros por medio del que recibe.

4. NUBE, LLUVIA Y ROCIO - 9. Lluvia – Oseas 6:3

Salmo: 72:6. Descenderá como la lluvia sobre la hierba cortada; Como el rocío que destila sobre la tierra.

Salmo: 133:3. Como el rocío de Hermón, Que desciende sobre los montes de Sion; Porque allí envía Jehová bendición, Y vida eterna.

Óseas: 14:5. Yo seré a Israel como rocío; él florecerá como lirio, y extenderá sus raíces como el Líbano.

Así como la lluvia o el rocío descienden sobre la tierra árida y seca para refrescarla, de la misma manera el Espíritu Santo desciende sobre el alma del creyente que responde a la voz del Espíritu.

5. SELLO - 2 Corintios 1:22

Efesios: 1:13. En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa.

Efesios: 4:30. Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.

2ª Corintios: 1:22. El cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones. El sello es puesto sobre una cosa de valor y denota una transacción terminada, como así también algo que es genuino, incambiable y de gran valor.

En los tiempos de la Biblia el sello demostraba la propiedad, daba autoridad y prometía seguridad.

Daniel: 6:17. Y fue traída una piedra y puesta sobre la puerta del foso, la cual selló el rey con su anillo y con el anillo de sus príncipes, para que el acuerdo acerca de Daniel no se alterase.

En vista de que el contrato de la redención de Dios bilateral hecho entre el Dios el Padre y Dios el Hijo, la función del Espíritu es la de servir como testigo, a fin de que nunca se dude de la eficiencia de la misma. Al mismo tiempo, el Espíritu mismo es el sello que Dios el Padre pone en el corazón del creyente a fin de asegurarle la certeza de una transacción completa. En todo caso, cuando el Espíritu descansa sobre el creyente, existe evidencia, indiscutible de que el mismo se ha apropiado de la validez de la obra consumada en el Calvario.

6. ACEITE. Éxodo 29:7

Lucas: 4:18. Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos.

Hebreos: 1:9. Has amado la justicia, y aborrecido la maldad, Por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros.

En los tiempos de la Biblia, la unción con aceite era usada primordialmente para limpiar, suavizar y relajar; y para hermosura como sub-producto. Muchos de los rituales del Antiguo Testamento requerían el uso del aceite, y en solemne ceremonia de unción de aceite, los reyes, profetas y sacerdotes fueron puestos aparte para su llamamiento divino. El creyente ungido del Nuevo Testamento representa su real sacerdocio.

Pues por la virtud de la unción del Espíritu, cada creyente es tanto sacerdote como rey. El Espíritu es visto no solo en la unción sino también en la sustentación (aceite es alimento), proveyendo luz, sanando, y suavizando. Así como fue prohibido imitar el aceite de la unción en el Antiguo Testamento y usarlo para propósitos seculares, de igual manera nadie puede imitar con validez la unción del Espíritu Santo.

7. PALOMA - Mateo 3:16

Mateo: 3:16. Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.

El interés del Señor en este suceso es evidente por el hecho que se registra en los cuatro evangelios. Una tradición judía traduce Génesis 1.2. De la siguiente manera: "El Espíritu de Dios como una paloma cobijaba el haz de las aguas". Las características de la paloma son: gentil, tierna, graciosa, inocente, suave, pacífica, pura, paciente, fácilmente contristada o asustada y fiel. El hecho de que el Espíritu Santo es representado como una paloma indica que Él nunca demanda ni fuerza a los suyos; Él obra por medio de suaves directivas o persuasiones. Cristo instruyó a los creyentes de ser "sencillos como palomas". El tener al Espíritu Santo morando dentro como paloma es saber que uno está en paz con Dios.

8. VINO.

Isaías: 55:1. A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche.

Es un símbolo de alegría.

Salmo: 104:15. Y el vino que alegra el corazón del hombre, El aceite que hace brillar el rostro, Y el pan que sustenta la vida del hombre.

Un complemento del pan.

Jueces: 19:19 Nosotros tenemos paja y forraje para nuestros asnos, y también tenemos pan y vino para mí y para tu sierva, y para el criado que está con tu siervo; no nos hace falta nada.

El vino del Espíritu es el estímulo espiritual Divino que Satanás procura falsificar por medio del estímulo del alcohol.

El vino es aquello que suelta las restricciones e inhibiciones, da denuedo y produce abundancia de palabras. El trabajo del Reino requiere obreros vigorosos, entusiastas y estimulados, para una realización de obra más efectiva.

9. ARRAS.

2 Corintios: 1:22. El cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones.

Las "arras" es la seña de pago de algo que será pagado en su totalidad en un tiempo futuro.

Las arras obligan a ambas partes a cumplir su parte del contrato. Cuando Dios da de Su Espíritu Santo al creyente, ÉL se compromete a mantener para siempre Su provisión para ese creyente. De igual manera, el creyente al recibir el Espíritu se entrega a sí mismo a perpetua fe en su Señor. El Espíritu Santo que Dios da en esta vida es solamente un "arras", pero su otorgamiento es prueba amplia de que bendiciones inagotables del mismo calibre están disponibles, y que serán derramadas.
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