¿Puede una mujer cristiana usar pantalones, cortarse el cabello o usar maquillaje?
¿Es correcto el que una hija de Dios use pantalones? ¿Debería una mujer cristiana pintarse el cabello o dejárselo corto? ¿Está bien el usar maquillaje, ponerse aretes y joyas? A través de los años varias damas y matrimonios se han comunicando con nuestro ministerio con dudas sobre cuál es el arreglo apropiado para una mujer cristiana. Existen muchas controversias y dudas sobre este tema por lo cual le invitamos a que juntos vayamos a las Escrituras para aclarar cuáles son los estándares de Dios referente al arreglo y vestimenta de una mujer cristiana.
El que una cristiana use pantalones es un punto de polémica en muchas iglesias. Varios líderes evangélicos prohíben el que mujeres creyentes usen pantalones. Esta prohibición la basan en Deuteronomio 22:5 que dice, “La mujer no se pondrá ropa de hombre, ni el hombre se pondrá ropa de mujer, porque el Señor tu Dios detesta a cualquiera que hace tal cosa.”
Las ordenanzas en Deuteronomio 22:5 fueron dadas en un tiempo cuando aún no existían los pantalones, y la ropa común tanto para el hombre como para la mujer eran las túnicas. Por lo cual es seguro decir que el Señor no tenía en mente solamente el uso de pantalones sino le estaba presentando reglas de vestimenta a Israel con implicaciones que iban más allá del uso de pantalones. En el tiempo que esta ley fue dada, los Cananeos adoraban a los dioses de la fertilidad. El culto a estos dioses incluía el homosexualismo y el que personas se vistieran como travestis para cometer actos sexuales (Levíticos 18:22, Levíticos 20:13 y 1 Reyes 14:24). Dios, al pedirle a los Israelitas a que no se vistieran como travestis, es claro que el Señor deseaba que Israel desistiera de imitar las costumbres paganas e involucrase en la adoración a los dioses Cananeos.
Lo que Dios le pidió a Israel en Deuteronomio 22:5 hace miles de años también se aplica a los creyentes del presente. Aunque el culto a los dioses de la fertilidad no son la moda, aun hay personas que en el presente se visten como travestis u optan por usar modas que son indecentes e incitan el pecar. El que una mujer cristiana use pantalones diseñados para mujeres no es pecado, pero si es pecado el que una mujer use pantalones que incitan a la inmoralidad. De igual forma una mujer que usa pantalones de varón para practicar el homosexualismo o vestirse como travesti está pecando (Apocalipsis 21:8 y 22:15).
Otro punto de controversia sobre el aspecto de una cristiana es el tamaño del cabello. Algunas personas enseñan que una creyente debe de usar el cabello largo y el cortárselo es pecado. Basan estas enseñanzas en 1 Corintios 11:15 que dice, “Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello.” El versículo 15 de este capítulo debe de tomarse en contexto comenzando desde el versículo tres. El cabello largo de la mujer no es el punto principal de la enseña del Apóstol Pablo. La enseñanza de Pablo de 1 Corintios 11:3-15 se enfocan en el orden dentro del matrimonio, la distinción de los sexos y el dejar atrás modas asociadas con el paganismo.
En la época de Pablo una mujer demostraba que era sujeta a su marido usando un velo o dejándose crecer el cabello (1 Corintios 11:5 y 11:15). Pablo aconseja a las mujeres de Corinto a que se dejaran crecer el cabello para que de esta manera públicamente pudieran honrar a sus maridos. Otra razón importante del cabello largo de la mujer es el poder distinguir a los sexos, el hombre no debe tener la apariencia de una mujer ni una mujer la apariencia de un hombre. Dios hizo al hombre y a la mujer con aspectos físicos que distinguen el uno del otro porque cada uno cumple un rol diferente dentro de los propósitos de Dios (Efesios 5:21-33). A Dios no le agrada el unisex y es por eso que el Apóstol Pablo le dice a los Corintios que el hombre no se debe dejar crecer el caballo largo y parecerse a una mujer y la mujer no se debe cortarse el cabello tan corto que parece hombre (1 Corintios 11:10-15).
El cabello largo también era de importancia para la iglesia de Corinto porque varias mujeres que antes servían como “prostitutas santas” en los templos griegos se estaban convirtiendo al cristianismo. Antes de rendirse a Cristo estas mujeres ofrecían sus cuerpos en prostitución para adorar a los dioses griegos y así juntar fondos para el sostén del templo y sacerdotes paganos. Una característica que distinguía a las prostitutas santas era el que se rapaban el pelo. El Apóstol Pablo les dice a estas nuevas cristianas en 1 Corintios 11 que al contrario de las prácticas religiosas a otros dioses donde las mujeres se rapaban, una dama da honra al Señor dejándose crecer el cabello. Pablo le explica a las cristianas de Corinto que el cabello es un velo natural que Dios le da a la mujer para honra (1 Corintios 11:15). El dejar de afeitarse la cabeza y dejarse crecer el cabello no solamente honraba a Dios sino también era una manera visible de mostrarle a todos que la antigua vida de pecado quedaba atrás por una nueva vida en Cristo.
El cabello de la mujer cristiana sigue siendo un velo de honra en el presente. El pelo ayuda a distinguir a la mujer del hombre. Una cristiana no peca si se corta el cabello de tal forma que conversa su identidad mujeril pero si peca cuando se corta el cabello de tal forma que le roba su identidad de mujer. Cortes de pelo y peinados que hacen a la mujer parecerse hombre van en contra la voluntad de Dios. También es pecado cuando una mujer se corta o arregla el pelo de tal forma que la asocian a una secta pagana o satánica.
Algunos tienen por costumbre el prohibir el que una cristiana use maquillaje, se tiña el cabello o use joyas. Estas personas basan su creencia en 1 Timoteo 2:9-10 que dice, “En cuanto a las mujeres, quiero que ellas se vistan decorosamente, con modestia y recato, sin peinados ostentosos, ni oro, ni perlas ni vestidos costosos. Que se adornen más bien con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan servir a Dios.”
Al analizar 1 Timoteo 2, el Apóstol Pablo no está prohibiendo el arreglo de la mujer sino identificando aquellas cualidades que adornan a una creyente. Ni el oro, las perlas o ropa costosa complementan la vida espiritual de una cristiana. El adorno de una hija de Dios es guardar la decencia y arreglarse con modestia. No se deben de usar ropa, prendas o arreglos que llamen la atención a sí misma. Al contrario, una seguidora de Cristo glorifica a Dios y adorna su vida con buenas obras. El usar maquillaje, tintes de pelo o prendas no es pecado si se hace con modestia y sin descuidar el servicio a Dios. Una mujer peca cuando usa ropa indecente o usa peinados o prendas para auto gloriarse. Igualmente, una dama le falla a Dios cuando usa los adornos exteriores para encubrir sus faltas espirituales, morales o de carácter personal.
Algunas personas prohíben por completo el arreglo físico de una creyente, no peinados, no maquillaje, no joyas y hasta el no usar ropa con colores. Estas personas basan su doctrina en 1 Pedro 3:3-4 que dice, “Que la belleza de ustedes no sea la externa, que consiste en adornos tales como peinados ostentosos, joyas de oro y vestidos lujosos. Que su belleza sea más bien la incorruptible, la que procede de lo íntimo del corazón y consiste en un espíritu suave y apacible. Ésta sí que tiene mucho valor delante de Dios.”
Para tener una mejor comprensión de los versículos tres y cuatro de 1 Pedro 3, es importante incluir los versículos del uno al seis. En estos versículos el enfoque del Apóstol Pedro no es la belleza sino el como una mujer creyente puede evangelizar a su esposo no creyente por medio de su conducta. La belleza externa de la esposa no ayuda para que el esposo incrédulo reciba al Señor en su corazón. Lo que si puede marcar la diferencia en la evangelización del cónyuge es una conducta íntegra y respetuosa (1 Pedro 3:2).
El ser una mujer mal arreglada de nada sirve, si no tiene un corazón suave y apacible que le ayuda a respetar a su marido y honrar a Dios. Pedro hace el llamado a que la mujer cristiana espere en sumisión la respuesta de Dios referente a la salvación de su pareja. Por lo cual una cristiana no peca con arreglarse o adornar su físico pero un mejor adorno que el externo es el adornar su espíritu y corazón cumpliendo los propósitos de Dios.
La mejor manera de entender lo que Dios quiere comunicar en las Escrituras es por medio de la revelación del Espíritu Santo y un análisis preciso del texto, situado en su contexto literario e histórico. Es por medio de este análisis que esperamos que hayamos ayudado aclarar dudas sobre la vestimenta y arreglo personal de una hija de Dios. La voluntad de Dios para la mujer cristiana es la santidad, la modestia, la belleza interna y arreglarse de tal manera que le indica al mundo que vive para obedecer y servir a Cristo.
Por: Rudy y Evelyn Kish.