Levántate y sigue corriendo: Llegar a la meta es posible
Si piensas que ya no puedes, es momento de levantarte con la determinación de que llegar a la meta es posible. Aprende a correr hacia la meta con paciencia, aunque parezca contradictorio es la verdad. La perseverancia que tengamos será un pilar importante para que podamos llegar a la meta.
Un claro ejemplo es el de esta gran deportista Gabriela Andersen, una mujer Suiza que corrió en 1984 en los Juegos Olímpicos en Estados Unidos. Pese a la terrible humedad y a la elevada temperatura, que estaba cercana a los 30ºC, 50 mujeres afinaban los últimos detalles y una de ellas estaba a punto de levantar la ovación más grande en la historia de los Juegos Olímpicos.
La posición 37 estaba a metros de llegar a la meta cuando Gabriela Andersen aparecía, el público se encontraba de pie asombrado y al borde del llanto, la atleta tenía paralizada la mitad de su cuerpo y aún seguía caminando con un solo sueño; llegar a la meta y que el trabajo de años por fin tuviera sentido.
Muchos pasaremos por un recorrido duro, difícil, que incluso nos marcará y lastimará, pero todo valdrá la pena porque al final llegaremos a nuestra meta y la corona de la Vida es la que nos espera como premio a nuestra perseverancia y paciencia en nuestra carrera.
No nos demos nunca por vencidos, sigamos corriendo sin desmayar que lo que tenemos por delante es mejor que cualquier trofeo.
“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: Olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”. Filipenses 3:13-14.